palillos de marfil
cuando chu, último rey de de la dinastía chang, ordenó que de un marfil d einmenso valor se le fabricaran palilos para comer, su tío y consejero, el princípe ki, se mostró triste y sumamente preocupado. los palillos de marfil no pueden usarse con tazones y platos de barro cocido: exigen vasos tallados en cuernos de rinoceronte y platos de jade, dond een vez de cereales y legumbres deben servirse manjares exquisitos, como ser colas de elefante y fetos de tigre. llegado a esto, difícilmente el rey estaría dispuesto a vestir ropas burdas y vivir bajo un techo de paja, encargaría sedas y mansione slujosas.
- me inquieta adónde conducirá todo esto - dijo el príncipe ki.
efectivamente, cinco años después el rey chu d ela dinastía chang asolaba el reino para colmar sus despensas con todas las exquisiteces, torturaba a sus súbditos con hierros candentes y se embriagaba en un lago de vino.
y de este modo perdió su reino.
¿para qué adular?
un hombre rico y un hombre pobre conversaban:
- si yo te diera el veinte porciento de todo el oro que poseo, ¿me adularías? -preguntó el rico.
- el reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras mis cumplidos -contestó el pobre.
- ¿y si yo te diera la mitad de mi fortuna?
- entonces seríamos iguales, ¿ con qué fin adularte?
- ¿ y si yo te lo diese todo?
- en ese caso, ¡no veo qué necesidad tendría de adularte!
llorando la muerte de una madre
la madre de un hombre que vivía al este de la ciudad murió y él lloró su muerte, pero su llanto no sonaba suficientemente triste.
al ver esto, el hijo de una mujer que vivía al oeste de la ciudad dijo a su madre:
- ¿por qué no te mueres pronto? prometo llorarte con gran desconsuelo.
será difícil que un hombre que desea la muerte de su madre pueda llorarla amargamente.
jueves, 13 de enero de 2011
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