viernes, 16 de diciembre de 2011

toshio hosokawa (japón, 1955 - ) // ave maria

toshio hosokawa (japón, 1955 - ) // hiroshima requiem 2 death and resurrection

toshio hosokawa (japón, 1955 - ) // hiroshima requiem 1.preludio, night

toshio hosokawa (japón, 1955 - ) // banka, 1989

toshio hosokawa (japón, 1955 - ) // koto-uta, 1999

kazuo fukushima (japón, 1930 - ) // kadha karuna, 1964

bruno maderna (italia, 1920 - 1973) // hyperion, 1964

luciano berio (italia, 1925 - 2003) // rounds, 1965

luciano berio (italia, 1925 - 2003) // epifanie, 1961

cathy berberian (estados unidos, 1925 - 1983) // luciano berio (italia, 1925 - 2003) folk songs, 1964-1973

cathy berberian (estados unidos, 1925 - 1983) // summertime

cathy berberian (estados unidos, 1925 - 1983) // stripsody, 1966

bruno maderna (italia, 1920 - 1973) // concerto per oboe e orchestra No.1, 1962/1963

luciano berio (italia, 1925 - 2003) // visage, 1961

jueves, 15 de diciembre de 2011

henry cowell (estados unidos, 1897 - 1965) // homage to iran, 1963

henry cowell (estados unidos, 1897 - 1965) // time table, 1914/1915

henry cowell (estados unidos, 1897 - 1965) // antinomy, 1914

paul ricoeur (francia, 1913 - 2005) // la vida: un relato en busca del narrador - la construcción de la trama

la vida: un relato en busca del narrador

I. la construcción de la trama

la operación de la construcción de la trama puede ser definida, en un sentido amplio, como una síntesis de elementos heterogéneos. pero, ¿síntesis de qué? en primer lugar, síntesis entre los acontecimientos o múltiples sucesos y la historia completa y singular. según este primer punto de vista, la trama tiene la virtud de obtener una historia a partir de sucesos diversos o, si se prefiere, de transformar los múltiples sucesos en una historia. en este sentido, un acontecimiento es mucho más que una ocurrencia, es decir, algo que simplemente sucede: el acontecimiento es el que contribuye al desarrollo del relato tanto como a su comienzo y a su final desenlace. en relación a esto, la historia narrada es siempre más que la simple enumeración, en un orden seriado o sucesivo, de incidentes o acontecimientos, porque la narración los organiza en un todo inteligible.
pero además, la trama constituye una síntesis desde un segundo punto de vista: organiza y une componentes tan heterogéneos como las circunstancias encontradas y no queridas, los agentes de las acciones y los que las sufren pasivamente, los encuentros casuales o deseados, las interacciones que sitúan a los actores en relaciones que van del conflicto a la colaboración, los medios más o menos ajustados a los fines y, finalmente, los resultados no queridos. la reunión de todos estos factores en una única historia hace de la trama una totalidad que podemos denominar a un tiempo concordante y discordante (por eso prefiero hablar de concordancia discordante o de discordancia concordante). la comprensión de esta composición se obtiene por medio del acto de seguir una historia. seguir una historia es una operación muy compleja, guiada sin cesar por las expectativas relativas al curso de la historia, expectativas que corregimos poco a poco y a medida que la historia se desarrolla, hasta que alcanza su conclusión. tengo en cuenta que volver a contar una historia revela mejor esta actividad sintética que se efectúa en la composición, en la medida en que somos menos atraídos por los aspectos inesperados de la historia y estamos más atentos al modo en que la historia avanza hacia su conclusión.
por último, la construcción de la trama es una síntesis de lo heterogéneo en un sentido todavía más profundo, que nos será de utilidad cuando más abajo caractericemos la temporalidad propia de toda composición narrativa. se puede decir que en toda historia narrada se encuentran dos clases de tiempo: por una parte una sucesión discreta, abierta, y teóricamente indefinida de sucesos (es posible preguntar en todo momento: ¿y después? ¿y después?); por otra parte, la historia narrada presenta otro aspecto temporal caracterizado por la integración, la culminación y la clausura (clôture), gracias a la cual la historia recibe una configuración. en este sentido, diré que componer una historia es, desde el punto de vista temporal, obtener una configuración de una sucesión. ya atisbamos la importancia de esta caracterización de la historia desde el punto de vista temporal, en la medida en que, para nosotros, el tiempo es a la vez lo que pasa y escapa, y, por otra parte, lo que dura y permanece. pero volveremos de nuevo sobre este punto más tarde. por el momento es suficiente caracterizar la historia narrada como una totalidad temporal y el acto poético como una mediación entre el tiempo como flujo y el tiempo como duración. si se puede hablar de la identidad temporal de una historia, es necesario caracterizarla como algo que dura y permanece a través de lo que pasa y escapa.
de este análisis de la historia como síntesis de lo heterogéneo, podemos, pues, retener tres trazos: la mediación entre los sucesos múltiples y la historia singular ejercida por la trama; la primacía de la concordancia sobre la discordancia; y, finalmente, la lucha entre sucesión y configuración.
quisiera presentar un corolario epistemológico a la tesis relativa a la construcción de la trama considerada como una síntesis de lo heterogéneo. este corolario se refiere al estatuto de inteligibilidad que conviene conceder al acto de configuración. aristóteles no dudaba en decir que toda historia bien narrada enseña algo; más bien, decía que la historia revela aspectos universales de la condición humana y que, a este respecto, la poesía era más filosófica que la historia de los historiadores, mucho más dependiente de los aspectos anecdóticos de la vida. sea cual sea esta relación entre la poesía y la historiografía, es cierto que la tragedia, la epopeya, la comedia —por no citar más que los géneros conocidos por aristóteles— desarrollan una clase de inteligencia que podemos denominar inteligencia narrativa, que se encuentra más cerca de la sabiduría práctica y del juicio moral que de la ciencia y, en un sentido más general, del uso teórico de la razón. esto se puede mostrar de manera simple. la ética, tal y como la concebía aristóteles y tal y como se puede concebir todavía, como mostraré en lecciones posteriores, habla en abstracto de la relación entre las virtudes y la búsqueda de la felicidad. es función de la poesía, bajo su forma narrativa y dramática, la de proponer a la imaginación y a la meditación situaciones que constituyen experimentos mentales a través de los cuales aprendemos a unir los aspectos éticos de la conducta humana con la felicidad y la infelicidad, la fortuna y el infortunio. aprendemos por medio de la poesía como los cambios de fortuna son consecuencia de tal o cual conducta, tal y como es construida por la trama en el relato. es gracias a la familiaridad que tenemos contraída con los tipos de trama recibidos de nuestra cultura, como aprendemos a vincular las virtudes, o mejor dicho las excelencias, con la felicidad y la infelicidad. estas lecciones de la poesía constituyen los universales de los que hablaba aristóteles; pero son universales de un grado inferior a los de la lógica y a los del pensamiento teórico. debemos, sin embargo, hablar de inteligencia, pero en el sentido que aristóteles daba a la phrónesis (que los latinos tradujeron por prudentia). en este sentido, hablaré de inteligencia phronética en oposición a la inteligencia teórica. El relato pertenece a la primera clase de inteligencia y no a la segunda.
este corolario epistemológico de nuestro análisis de la trama tiene, a su vez, numerosas implicaciones en relación a los esfuerzos de la narratología contemporánea por construir una ciencia verdadera del relato. diré de estas empresas, totalmente legítimas a nuestro ver, que sólo se justifican como simulación de una inteligencia narrativa siempre previa, simulación que pone en juego estructuras profundas desconocidas para aquellos que o bien narran o bien siguen las historias, pero que ponen a la narratología al mismo nivel de racionalidad que la lingüística y las otras ciencias del lenguaje. caracterizar la racionalidad de la narratología contemporánea por su poder de simular en un discurso de segundo nivel aquello que comprendimos que era una historia, ya cuando niños, no significa desacreditar estos esfuerzos modernos sino, simplemente, situarlos con exactitud dentro de los niveles del saber. así mismo, podría haber buscado un modelo de pensamiento más moderno que el de Aristóteles, por ejemplo, la relación que kant establece en la crítica de la razón pura entre el esquematismo y las categorías. así como en kant el esquematismo designa la fuente creadora de las categorías y las categorías designan el principio de orden del entendimiento, también la construcción de la trama constituye la fuente creadora del relato y la narratología representa la reconstrucción racional de las reglas subyacentes a la actividad poética. en este sentido, es una ciencia que comporta sus propias exigencias: lo que pretende reconstruir son las dificultades lógicas y semióticas, así como las leyes de transformación que presiden el curso del relato. mi tesis no expresa, pues, ninguna hostilidad respecto a la narratología: se limita a decir que la narratología es un discurso de segundo grado que siempre está precedido por una inteligencia narrativa que surge de la imaginación creadora. en adelante, todo mi análisis se mantendrá en el nivel de esta inteligencia narrativa de primer grado.
antes de pasar a la cuestión de la relación entre la historia y la vida, quisiera detenerme en un segundo corolario que nos pondrá, precisamente, en el camino de la reinterpretación de esta relación entre relato y vida.
hay, diría yo, una vida de la actividad narrativa que se inscribe en el carácter de tradicionalidad característico del esquematismo narrativo.
decir que el esquematismo narrativo tiene su propia historia y que esta historia presenta todos los caracteres de una tradición, no es en ningún caso hacer apología de la tradición considerada como una transmisión inerte de un depósito muerto; al contrario, es designar la tradición como la transmisión viva de una innovación que puede siempre ser reactivada por una vuelta a los momentos más creativos de la composición poética. este fenómeno de tradicionalidad es la clave del funcionamiento de los modelos narrativos y, por lo tanto, de su identificación. la constitución de una tradición se basa, en efecto, en la interacción entre los dos factores de innovación y sedimentación. a la sedimentación atribuimos los modelos que constituyen posteriormente la tipología de la construcción de la trama que nos permite poner orden en el batiburrillo de los géneros literarios; pero es necesario no perder de vista que estos modelos no constituyen esencias eternas, sino que proceden de una historia sedimentada cuya génesis ha sido borrada. pero si la sedimentación permite identificar una obra como, por ejemplo, una tragedia, una novela pedagógica, un drama social etc., la identificación de una obra a través de los modelos sedimentados en ella no es exhaustiva. igualmente, se tiene también en cuenta el fenómeno opuesto de la innovación. ¿por qué? porque los modelos, siendo ellos mismos resultado de una innovación previa, proporcionan una guía con vistas a una experimentación posterior en el ámbito narrativo. las normas cambian bajo la presión de la innovación, pero cambian lentamente y resisten incluso al cambio en virtud del proceso de sedimentación. así, la innovación sigue siendo el polo opuesto de la tradición. siempre hay lugar para la innovación en la medida en que lo que se produce finalmente en la poiesis del poema es siempre una obra singular, esta obra y no otra. las reglas, que constituyen una especie de gramática, regulan la composición de nuevas obras, obras novedosas antes de convertirse en obras típicas. cada obra es una producción original, un nuevo existente en el reino del discurso. pero la afirmación inversa no es menos verdadera: la innovación sigue siendo una conducta controlada por reglas: la obra de la imaginación no surge de la nada. se haya conectada de una manera o de otra a los modelos recibidos por la tradición. pero esta obra puede entrar en una relación variable con estos modelos. el abanico de soluciones se despliega en toda su amplitud entre los dos polos: el de la repetición servil y el de la desviación calculada, pasando por todos los grados de la deformación regulada. los cuentos populares, los mitos, los relatos tradicionales en general, se encuentran más cerca del polo de la repetición. esta es la razón por la que constituyen el reino privilegiado del estructuralismo. pero en cuanto superamos el ámbito de estos relatos tradicionales, la desviación prevalece sobre la regla. la novela contemporánea, por ejemplo, puede definirse en gran parte como una antinovela, en la medida en que son las propias reglas las que son objeto de una nueva experimentación.
en cualquier caso, la posibilidad de desviación se incluye en la relación entre sedimentación e innovación que constituye la tradición. las variaciones entre estos dos polos confieren a la imaginación productora una historicidad propia y mantienen viva la tradición narrativa.

denis bertrand (francia, ) // semiótica y didáctica de las lenguas

semiótica y didáctica de las lenguas*

la semiótica y el texto

imagínense una alta muralla en la noche. a media altura, una ventana. con rejas. una de ellas, limada. sábanas anudadas pendiendo del muro. un hombre colgando de las sábanas. ahora imagínense un bosque. la carrera desenfrenada de un hombre entre los árboles. su desaparición en la oscuridad.

figura
esta sucesión de sustantivos y adjetivos presenta una serie de imágenes que interpretamos globalmente como una narración: el sentido que se forma pasando de una imagen a otra, en vez de tomarlas separadamente, pertenece a lo que se denomina, en semiótica, nivel figurativo de la lectura. se desprende de ella una “impresión de realidad”, como si se tratara de una pintura. esta representación figurativa está determinada, naturalmente, por una forma especial de “volverla discurso”: aquí, el suje to de enunciación que ha seleccionado las imágenes escogió una serie de frases nominales. hubiera podido proceder de otra manera y narrar la misma historia adoptando otros tipos de frases, enfocando al hombre sobre las sábanas y no el punto de vista exterior, narrarla retrospectivamente, escribiéndola como un informe de policía o una noticia policíaca del periódico, o como un sueño... poco importa, la lectura figurativa de la significación seguiría fundamentalmente igual.

motivo
cualquier intérprete, cuando lleve a cabo una operación de abstracción, reconocerá que lo narrado aquí se puede condensar bajo el término de “evasión”. el segundo eje de reconstrucción del sentido, más general y más abstracto que el precedente, se llama “nivel temático”. es susceptible de múltiples realizaciones diferentes desde su formación discursiva y se presenta a partir de ese momento como un “motivo”, es decir, una secuencia narrativa más o menos fija, relativamente cerrada en sí misma, parcialmente autónoma, reconocible por la estabilidad de su estructura y la variabilidad de las manifestaciones figurativas autorizadas por ella. el signifi cado de “evasión” se presta de ese modo a un gran número de narraciones posibles donde el héroe ciertamente podría ser un prisionero o un soñador.

esquema
si examinamos este motivo de la evasión mas de cerca, como por efecto del zoom cinematográfico, llamado “profundidad de foco”, o juego en la profundidad del campo espacial, notamos que su significación, entendida en un nivel de generalidad superior, no se puede separar de la cadena de presuposiciones y de inferencias que determinan su sentido y en las cuales se inscribe como un momento particular. así, la evasión presupone una sanción previa que puede descomponerse en unidades tales corno la condena, el juicio, la pena, donde el sujeto se somete a un veredicto por parte de otro sujeto que ejerce autoridad sobre él. la sanción a su vez lleva implícita la realización de una acción, probablemente transgresiva en cuanto al universo de va lores establecidos. la acción del sujeto presupone respecto a ella una cierta competencia que le permita actuar como lo ha hecho, y ésta presupone, finalmente, un “contrato” previo, explícito o no, entre el sujeto, virtual en ese entonces, y una instancia (un personaje, una institución, etc.) que profese y asuma el universo de los valores en referencia. en función de ellos se establece el contrato y se evalúa la acción: la semiótica narrativa llama a esta instancia el destinatario (inicial si ordena, final si sanciona).
esta cadena de presuposiciones, en el caso particular de la evasión, permite dar cuenta del contexto que establece su significación. de una manera más general, ordena, en otro sentido, la previsibilidad discursiva y aparece como un vasto esquema fijado por el uso cultural, llamado en semiótica “esquema narrativo canónico” con sus cuatro secuencias tipo:
la de la manipulación y del contrato, en donde el destinatario hace que un sujeto crea o no en los valores.
la de la competencia, en donde el sujeto adquiere el deseo, la convicción, el deber, el saber y el poder necesarios para actuar (conforme o no a sus valores).
la de la perfectivídad del resultado, en donde el sujeto cumple, bien o mal, la acción con respecto a los valores en referencia.
la de la sanción, en donde el destinatario reconoce, evalúa, recompensa o castiga las acciones realizadas. este tipo de esquema aparece en su totalidad y es invocado por el lector a través de la interpretación semántica del motivo de la evasión. constituye además un nuevo eje de análisis, llamado semio-narrativo.

actantes
este eje se precisa aun mas cuando examinamos de cerca, con una nueva mirada a través de la “profundidad de foco”, la estructura sintáctica de la evasión en si misma. efectivamente se puede interpretar en los términos de una gramática elemental. esta sintaxis formal, aun más abstracta, permite explicar las articulaciones internas de cada una de las cuatro secuencias del esquema canónico. la evasión enfrenta entonces dos actantes, un sujeto y un objeto: el condenado de un lado, la libertad del otro. el sujeto está inicialmente privado de su objeto, separado de él. su programa de adqui sición consiste en pasar de la separación a la unión. de esta manera va a transformar el estado de su relación con el objeto de valor. así, nos encontramos en el núcleo de la sintaxis narrativa: su propia dinámica reposa sobre la transformación de una relación entre dos actantes. sin embargo, la categoría del actante exige otro análisis más fino. en efecto, es el resultado de una cierta composición modal evolutiva que determina su identidad en cada instante de la narración y que especifica recíprocamente sus relaciones con los otros actantes. así, nuestro sujeto de la evasión, colgado de sus sábanas a lo largo del muro, está modalizado por el querer-hacer, su ardiente deseo de fuga. igualmente por un poder-hacer que manifiesta la apariencia de todos los objetos figurativos (las sábanas, la lima que le permitió cortar las rejas, etc.) y sin duda por otras modalidades, especialmente de tipo cognoscitivo. en cuanto al objeto, la libertad construida como un valor en el discurso de la evasión es por su lado modalizada por el “deseable”, es decir, en la jerga modal, como un “poder-ser-querido”. la huella de esta modalidad del “poder-ser” esta claramente presente en los sufijos -able e -ible (deseable, exigible, detestable).
otros actantes, evidentemente, a parecen en el horizonte del sentido: para el evadido y especialmente para el destinatario, con sus figuras delegadas (juez, policía, guardia de prisión, etc.), cuya categoría y recorrido podrían ser analizados así en términos de estructuras modales.

categorías
más profundamente, el semiólogo analizaría, en el nivel de las estructuras llamadas elementales, la definición de este valor-para-el-sujeto que representa la “libertad”. esta, que en efecto es un valor axiológico, se puede inscribir como mira de un proyecto de vida” individual o colectivo; no podría existir en sí misma, desde el punto de vista semántico. está definida y determinada por su posición en una red diferencial de significaciones, una estructura elemental conocida bajo el nombre de “cuadrado semiótico”. así, la libertad, que podemos parafrasear bajo la forma modal del /poder hacer!, surgirá de su propia negación como forma de la contradicción: la incapacidad del no poder hacer. esta posición implica como complemento la de la independencia, que consiste en ¡poder no hacer/, cuyo valor contradictorio será finalmente el de la obediencia, que se puede parafrasear, en sana lógica, por un ¡no poder hacer/. vemos así que el recorrido elemental de la evasión, sean cuales fueren las diferentes variaciones modales, sintácticas, enunciativas y figurativas que le darán forma en el discurso, extrae su profunda invariabilidad del cambio de lugar en el cuadrado que conduce a la incapacidad de la libertad.

poder hacer / libertad - no poder no hacer / obediencia
poder no hacer / independencia - no poder hacer / incapacidad

así acabamos de despejar la armazón semiótica de esta breve cadena figurativa enunciada al comienzo, y comprendida e interpretada como “evasión . este recorrido “racional” de análisis que acabamos de esbozar se presenta como una estampa simplificada del trayecto generativo de la teoría (ver: y. courtes, analyse sémiotique du díscours, parís, hachette, 1991.)
cada uno de los ejes es una ventana abierta a un conjunto de problemáticas que, individualmente, son objeto de numerosas investigaciones. digamos, para concluir esta presentación, que, a través de sus modelos, la semiótica postula la unicidad de la significación. en efecto, hemos evocado posibles variaciones de un motivo desde su realización en el discurso. pero hay que anadir las variaciones de lenguajes verbal o no verbal (visual, gestual, musical, por qué no) susceptibles de llevar a la representación esta misma estructura en capas de significación. igualmente, para la realización de cada uno de estos lenguajes, las posibles diferencias de perspectiva (debidas a la estructura polémi ca), de focalización y de punto de vista (según el lugar del narrador y del observador), así como las ocultaciones, las condensaciones o las expansiones que, junto con las modalidades de enunciación (tonalidad, “atmósfera”), determinarán, en la organización superficial del discurso, las formas y los géneros de escritura.

perspectivas didácticas
el desarrollo semiótico se presenta entonces como un instrumento de análisis: al tratar de restituir los mecanismos organizadores de la significación textual, busca explicar cómo se entiende un texto leyéndolo o escribiéndolo. identifica la evidencia de la comprensión y subraya su singularidad. es en este aspecto que ha aportado sus luces a la reflexión didáctica sobre el francés como lengua extranjera, paralelamente con otras disciplinas de la teoría del lenguaje que han contribuido a sustentar las evoluciones y las iniciativas florecientes en este campo durante los últimos veinte años. mientras que la lingüística de la enunciación suscitaba profundas revisiones metodológicas para el aprendizaje de la gramática, y la pragmática suministraba los instrumentos teóricos de los “enfoques comunicativos”, la semiótica se vinculaba con los diferentes modelos del análisis del discurso para redefinir el enfo que de los textos.
este lazo particular se debe tal vez al encuentro de dos marginalidades: primero, la del francés como lengua extranjera. libres de limitaciones insti tucionales y culturales que pesaban sobre la didáctica del francés como lengua materna, las investigaciones en esta disciplina se han desarrollado en estrecha consonancia con los movimientos, fluctua ciones y, a veces, hasta excesos, pero también aciertos, de las investigaciones universitarias en ciencias humanas, entre las cuales las ciencias del lenguaje ocupan el primer lugar. en el cruce de las otras disciplinas, la marginalidad de la semiótica padece una relativa incomodidad institucional. proviene de la semántica lingüística, pero asume, como hemos visto, la dimensión discursiva de la significación; no limita su objeto ni a la palabra ni a la frase. depende de la teoría del texto pero examina la generalidad de las formas textuales, cuyas regularidades y permanencias investiga sin limitarse a la literatura.
así mismo se deriva de la antropología cultural, de donde ha tomado los recursos de la narratología, pero tiene presentes las significaciones sociales a través del filtro del discurso que las escenifica y las configura. y finalmente está subordinada a la filosofía por los objetos conceptuales con los que se presenta a si misma, pero no deja de recordar la frontera que las separa para evitar su propia desviación. su ambición, que, según palabras de greimas, no llega a ser “un proyecto metodológico para el conjunto de las ciencias humanas”, ha contribuido, sin duda alguna, a preferirla, te niendo en cuenta la sociología de las disciplinas. pero no importa; este doble marginamiento ha favorecido el reencuentro estimulador. y la suerte de la semiótica a través de su proyecto teórico radica en haber centrado siempre su búsqueda en la dimensión textual de la significación y en haber desplegado sus actividades sobre prácticas concretas. de esta manera, ha propuesto una metodología rigurosa y eficaz de la lectura y de la producción escrita, de la cual quisiéramos ahora subrayar algunas proposiciones.

la cultura del texto
la primera es de orden cultural. concierne precisamente a esta cultura del texto en la didáctica del francés. la tradicional “explicación” es, como todo el mundo sabe, un producto pedagógico antiguo. pero también un producto marcado, rara vez practicado en las culturas didácticas extranjeras, un ejercicio que forma parte de las mitologías francesas. del mismo modo, la renovación metodológica considerable que ha aportado la semiótica en este campo, dotando el análisis textual de instrumentos de trabajo enraizados en una teoría general del sentido, permitió reactualizar, objetivándolo, el cono cimiento de la textualidad. greimas, que, por sus orígenes, se sentía extranjero en la cultura francesa, evoca con frecuencia la fascinación que sobre él había ejercido “la escritura de acero de flaubert”. el texto es un objeto resistente y sus significaciones se vuelven materia sensible bajo la mira del analista.

el dominio de los usos y de las formas.
esta metodología de la objetivación favorece el distanciamiento analítico. mediante la liberación de los modelos organizadores y la separación de los niveles de estabilidad formales, el análisis semiótico multiplica los lugares de intervención en los textos y al mismo tiempo las miradas que el lector puede hacer. las formas estilísticas de la superficie encuentran así su razón de ser y su coherencia en un análisis de las estructuras subyacentes. el reconocimiento transcultural de las formas narrativas facilita la comprensión de un texto diferente que motiva y justifica el ejercicio de la compatibilidad. en vez de proyectar sobre los textos categorías genéricas resultantes de las reconstrucciones a posteriori de la historia literaria, invitamos a los alum nos a construir su conocimiento desde el interior, a partir del análisis del mismo. la pedagogía que resulta de estos procedimientos se orienta hacia el dominio de los usos y permite articular las complejas relaciones entre las formas fijas y las prácticas innovadoras. se interesa simultáneamente por las sedimentaciones del uso y por sus transformaciones. el instrumento crítico forjado de esta manera favorece la mirada perspectiva que, primero, dirige las transformaciones culturales de los textos y a la vez permite relativizar los instrumentos metalingüísticos que son al mismo tiempo productos culturales. (Se puede pensar, por ejemplo, en el uso escolar de la retórica y de la estilística.)

el análisis y las prácticas de la escritura
enseguida viene el reconocimiento de los diferentes niveles de la estructuración del análisis que, en vez de limitarlo a un ejercicio autotélico, se abre por el contrario hacia la práctica mutua y recíprocamente motivada de la lectura y de la producción escrita. los estereotipos se esparcen en todos los niveles: los que conocemos mejor son aquellos que conciernen a las formas narrativas, pero algunas regularidades equivalentes se pueden observar en los modos de enunciación, en las formaciones figurativas, en las configuraciones pasionales, en los regímenes del aspecto, en el “tiempo” de la escritura. la selección y la objetivación de estos distintos lugares de consistencia de la textualidad, sea que se trate de formas colectivamente fijas (la carta, el cuento, comienzo de la novela, formas descriptivas, o de singularidades idiolectales (la frase de claude simón, la de zola, las ironías de voltaire, de stendhal o de flaubert, etc.), permiten desarrollar una pedagogía de la imitación, siempre enriquecida por las nuevas matrices textuales que el análisis puede sugerir. el texto se vuelve entonces un espacio de juego, singularmente abierto, ya que el examen suscita cada vez la posibilidad de nuevas reglas. el refinamiento de estos ejercicios de “golpes textuales” se asocia directamente con la observación y con el refinamiento de los instrumentos de análisis. de tales prácticas, pequeñas perversiones de la literatura que no exigen más que eso, ya que se sirven siempre de ellas, los estudiantes no pueden sino sensibilizarse, aprovechando la estética y la lengua extranjera. las pedagogías del análisis y de la creatividad, respectivamente, no son antinómicas sino todo lo contrario.

la solidaridad de los lenguajes y del sentido
la última proposición concierne al destape de los textos y de los lenguajes. el grado de generalidad en el cual se encuentran formulados los útiles conceptuales de la semiótica permite ampliar la confrontación de los universos textuales. la dimensión narrativa nunca está ausente de un texto científico, a menos que las formas figurativas sean aje nas a la abstracción filosófica o que la mirada esté tica no participe de la persuasión en la escritura francesa de las ciencias humanas. y la poeticidad, desde lugo que nos falta la definición, no es sólo propiedad de la poesía. por ello, la pedagogía del texto es, por naturaleza, una pedagogía de la textualidad y lo inherente a la experiencia literaria se distinguirá tanto mejor cuanto más ampliamente sea contextualizada la literatura: las evaluaciones cualitativas se forman en la confrontación de los textos. además, la pedagogía del sentido que hoy busca explícitamente la enseñanza del francés como lengua extranjera no puede ignorar que la significación es siempre producida por la simultaneidad de diferentes lenguajes verbales y no verbales. esta solidaridad de lenguajes en la realización del proyecto enunciativo se puede aclarar útilmente con una reflexión teórica capaz de construir el nivel de pertenencia en el cual se homogeniza y se acomoda la disparidad de las apariencias. hemos tratado de demostrar a través de unas cuantas posibilidades la diversidad de los impactos semióticos sobre la didáctica del francés como lengua extranjera. la contribución de esta disciplina, especialmente de orden metodológico, se ha concretado naturalmente, primero que todo, en la formación de los profesores. también en el campo de la formación nos parece que ella podría participar en el desarrollo de la reflexión didáctica para la enseñanza de la lengua materna. esto supondría tal vez que cada uno reconociese la singularidad de su propia lengua. entre las dos particularidades, y la de nuestra otro, hay sin duda, en la metodología también, más campos por descubrir que fronteras que proteger.

*denis bertrand presentó esta ponencia en la jornada de estudios que se desarrolló el 12 de noviembre de 1992 en reims, francia, organizada por la iufm y el centre international des études pedagogiques, cies’. el tema general consistió en analizar las relaciones entre la didáctica del francés como lengua materna y como lengua extranjera. centradas en el papel que podría desempeñar la semiótica en una reflexión sobre la pedagogía del sentido.


trad..:eliska krausova
universidad pedagógica nacional


denis bertrand es el director del belcl (bureau d’études pour les langues et lescultures) del centro internacional estudios pedagógicos, en sevres, francia. es co-responsable, con jacques fontanille, del “seminario inter-semiótico de parís”. enseña semiótica del discurso en la inalco, en parís. sus campos de investigación se centran esencialmente, a través del corpus literario, en la figuratividad, en la problemática de la enunciación, en las organizaciones discursivas (géneros, esquemas, formas de escritura) y en la didáctica de los textos.

denis bertrand (francia, ) // elementos de narratividad (el modelo actancial), 2000

elementos de narratividad*

1. el modelo actancial

1.1. el actante

el actante, «pieza maestra del teatro semiótico [1] », concepto central y discutido, conoció en su historia una serie de redefiniciones. más exactamente, su definición ha sido precisada en varias ocasiones. vamos a intentar aprehenderla a través de esta diacronía conceptual. señalemos, para comenzar, que la introducción del actante ilustra el doble movimiento, deductivo e inductivo, del análisis semiótico: el deductivo se genera a partir de la sintaxis elemental. surgido de la sintaxis estructural de la frase propuesta por l. tesnière, su utilización se extendió al discurso y su estatus se vio modificado por ello mismo. la tipología generada por el inductivo se basa en el análisis de corpus empíricos de relatos, y en particular, en su origen, de cuentos populares. los diferentes tipos de actantes son, entonces, productos de la praxis cultural de los discursos narrativos.
1.1.1. la perspectiva del modelo actancial
por reducción de las dramatis personae del modelo de propp, greimas reconoce inicialmente tres pares de categorías actanciales. conforme al concepto estructural de categoría, cada término sólo se define por su relación de oposición a otro término del mismo nivel. este conjunto está incluido en el modelo actancial bien conocido, presentado en semántica estructural.

1. sujeto - objeto
2. destinador – destinatario
3. ayudante– oponente

un actante destinador, actante soberano (rey, providencia, estado, etc.), fuente y garante de los valores, los transmite por la mediación de un actante objeto a un actante destinatario: es la categoría de la comunicación. el sujeto (que puede confundirse con el destinatario) tiene la misión de adquirir este objeto, de «conjuntarse» con él: es la categoría de la búsqueda. para hacerlo, se ve contrariado por el oponente y sostenido por el actante Ayudante: es la categoría polémico-contractual.
este modelo, surgido de la lectura proppiana del relato, sigue sin embargo estando muy cerca del universo narrativo de referencia, el cuento popular. de allí toma la perspectiva dominante, que es la del sujeto-héroe: éste, portador de los deseos y los temores del grupo, encarna los valores sociales de referencia. pero el modelo oculta, al mismo tiempo, el recorrido del «traidor» (el oponente). este último sólo interviene ocasionalmente, para contrariar, durante las pruebas, el recorrido del héroe y poner en peligro los valores de los que es portador. de este modo, el modelo permanece anclado en el universo axiológico propio de la etnoliteratura, exclusivamente relativo a la perspectiva adoptada: el cuento, a través del recorrido de su héroe, hace sufrir a los valores colectivos el riesgo de la prueba con la sola finalidad de reencontrarlos consolidados al término del relato. ahora bien, tal como lo han mostrado los teóricos de la literatura (de lukács y bajtín a ricœur y kundera), la novela moderna se funda cuando, con rabelais y cervantes, el relato pone en escena una ruptura de adhesión a esos valores, cuando adopta la perspectiva de otro personaje central distinto del que es a priori representativo de los valores colectivos de la esfera social, ubicando así a la ironía en el nacimiento de la escritura novelesca de la modernidad: Panurge, por ejemplo, en le tiers livre, o sancho en el don quijote.
1.1.2. actantes posicionales
con el fin de separarse de las constricciones específicas de un universo narrativo de referencia y de dotarse de un instrumento de alcance más amplio, la semiótica fue adoptando progresivamente una segunda formulación del dispositivo actancial. sustituyendo a la precedente, se presenta como un sistema más depurado, más abstracto y más general, reducido a tres posiciones relacionales: la del sujeto (en relación con sus objetos valorizados), la del destinador (en relación con el sujeto-destinatario a quien otorga mandato y sanciona respecto a los valores de los que están investidos los objetos) y la del objeto (mediación entre el destinador y el sujeto).
un segundo dispositivo se dibuja, paralelo, simétrico e inverso al modelo centrado en el sujeto, el del anti-sujeto. estableciendo una relación de oposición con el sujeto, el anti-sujeto se refiere a valores inscritos en la esfera de un anti-destinador. así, la dimensión polémica se encuentra instalada en el corazón de los procesos narrativos. los dos actantes son llamados a encontrarse y a enfrentarse, ya sea de manera conflictiva (por la guerra o la competición), o bien de manera contractual (por la negociación y el intercambio).
ayudante y oponente han desaparecido: el primero queda integrado a la esfera del destinador, que él representa cuando interviene en el relato y del cual, por consiguiente, constituye un papel actancial; el segundo está integrado a la esfera del anti-sujeto. la introducción de esta «esfera» modifica sensiblemente la representación de los universos narrativos: no sólo pone en evidencia la estructura polémica subyacente a todo el desarrollo narrativo, ya sea que ésta se manifieste bajo la forma del contrato o del conflicto, sino que además deja abierto el paso de un polo al otro (el contrato yugula el conflicto latente, el conflicto se resuelve en contrato). además, hace aparecer el desdoblamiento de los recorridos narrativos por debajo de toda asunción de valores (el recorrido puede estar relacionado a la perspectiva del destinador, o a la del anti-destinador). la noción de perspectiva, liberada de la pertenencia a un universo axiológico de referencia, adquiere entonces todo su sentido. un relato puede seleccionar, como recorrido central, el del héroe positivo o el del héroe negativo, el de sherlock holmes o el de arsène lupin...


1.2. el programa narrativo

el programa narrativo (pn) es la estructura sintáctica elemental que «le pone música» al paradigma actancial, a través de la relación entre el sujeto y el objeto, erigidos así en hiper-actantes. constituye un algoritmo de transformación de los enunciados narrativos. acabamos de ver los predicados fundamentales en el análisis del texto de le clézio [2]. examinémoslo ahora más de cerca. el programa narrativo articula dos enunciados de base: los enunciados de estado y los enunciados de hacer. éstos últimos tienen por función transformar los estados. los enunciados de estado, por su parte, se basan en los predicados elementales de «ser» y de «tener». el relato mínimo descansa, así, en la transformación de un «estado de cosas», por la privación o por la adquisición que resulta de un predicado de acción. para comprender este mecanismo de transformación, hay que postular dos tipos opuestos de enunciados de estado, que definen la relación que mantiene el sujeto con los objetos a los que apunta: o bien posee las cualidades y los valores inscritos en estos objetos (la belleza, la riqueza, el reconocimiento...), o bien no los posee. el concepto semiótico de junción define esta doble relación elemental: conjunción (cuando el sujeto posee el objeto, está conjunto a éste) y disjunción (cuando el sujeto está privado del objeto, está disjunto de éste). el programa narrativo designa, entonces, la operación sintáctica elemental que garantiza la transformación de un enunciado de estado en otro enunciado de estado con la mediación de un enunciado de hacer. así, por ejemplo, estado 1 disjuntivo: cenicienta es pobre (no-tener) y es humillada (no-ser). conoce al príncipe y se casa con él (enunciado de hacer). estado 2 conjuntivo: cenicienta es rica y es respetada...
la fórmula estenográfica de este programa narrativo elemental se presenta como sigue:

pn = función (hacer) [s1 (sujeto de hacer) à (s2 (sujeto de estado) é o(objeto de valor)]
pn = función (hacer) [s1 (sujeto de hacer) à (s2 (sujeto de estado) é o(objeto de valor)]

el programa narrativo es una función (un hacer), por la cual un sujeto de hacer (s1) hace de tal manera que un sujeto de estado (s2) se ve disjunto (é) de un objeto al que estaba conjunto (ç), o inversamente. los dos actantes sujetos (de hacer y de estado) pueden ser manifestados por dos actores distintos (pensemos en el caso del «don», por ejemplo), o por un solo y mismo actor (pensemos en el caso del «robo»).
el pn se presenta como una fórmula elemental que las estructuras de los relatos efectivos despliegan, complejizan y jerarquizan a gusto. así, se podrá distinguir los relatos de adquisición de valores y los relatos de pérdida. la tipología de los programas narrativos invita, además, a jerarquizar el programa de base, o programa principal, y los programas de uso, o programas secundarios: el cumplimiento de estos últimos es necesario para la realización del primero. el análisis narrativo propone así, una formulación sintáctica al tópico de los medios y los fines, confiriéndole un alcance más general en el análisis de los discursos de la acción, y reinscribiendo por la misma razón su orientación teleológica.

2. el esquema narrativo

el programa narrativo modeliza la estructura elemental de la acción. ésta se inscribe en una serie de secuencias que, obviamente, no es necesariamente circular. para hacer ver el hecho de que los encadenamientos de acciones incluidas en un relato tienen un sentido y que allí se dibuja una intencionalidad a posteriori, greimas puso en evidencia la existencia de un marco general de la organización narrativa, marco de alcance, si no universal, al menos transcultural: el «esquema narrativo canónico».
el término esquema, tomado de hjelmslev, es esencial en la concepción semiótica del lenguaje. designa, de manera general, a la representación de un objeto semiótico reducido a sus propiedades esenciales. más precisamente, hjelmslev reformula la célebre dicotomía saussuriana lengua vs habla en esquema vs uso. el esquema se define entonces como una combinatoria abierta, un sistema, en el interior del cual el uso selecciona combinaciones particulares. el uso es lo que las comunidades lingüísticas, más acá de la palabra individual, hacen de las disponibilidades del sistema que ofrece la lengua. así, trátese de lengua o de discurso, el esquema está abierto a una infinidad de posibles, mientras que el uso realiza de entre esos posibles un conjunto relativamente cerrado de combinaciones efectivamente producidas en el interior de un área lingüística y cultural dada. cierre del uso, apertura del esquema: esta concepción se aplica al dominio particular de la organización narrativa.

2.1. la formación del esquema narrativo

2.1.1. esquema 1: las tres pruebas
del mismo modo que para el actante, la génesis y las diferentes etapas de la formulación del esquema narrativo son esclarecedoras. en un comienzo, se trataba de extraer de las treinta y una funciones de popp los principios lógicos más elementales de distribución. la regularidad buscada apareció con la iteración de tres pruebas que agrupan los conjuntos de funciones: prueba calificante, prueba decisiva, prueba glorificante.
secuenciación de las pruebas

prueba calificante - prueba decisiva - prueba glorificante
prueba glorificante - prueba decisiva - prueba calificante

este esquema puede ser leído en los dos sentidos: en el sentido de la sucesión, se presenta como un recorrido del sujeto de búsqueda. Interviene en primer lugar la calificación que instaura al sujeto en cuanto que tal, luego su realización por la acción, y por último el reconocimiento que garantiza el sentido y el valor de los actos que ha realizado. leído en ese sentido, el esquema expresa una orientación con finalidad, una mira [visée] teleológica, y constituye así, para greimas, «un marco formal en el que se inscribe "el sentido de la vida" [3] ». leído en sentido inverso, remontando desde la prueba glorificante hasta la calificación, hace aparecer un orden de presuposición a contracorriente, y una intencionalidad reconocible en consecuencia a posteriori. esta doble lectura permite convertir el orden temporal de la consecución en orden lógico de la consecuencia. el carácter aleatorio del primero es reinterpretado como un encadenamiento causal con el segundo. esta causalidad se considera como un dato del razonamiento lógico, mientras que remite más bien a una ritualización estereotipada. eso no quita que se apoya en ella la impresión de coherencia narrativa que renueva el antiguo entimema de la retórica: post hoc, ergo propter hoc, «después de esto, por lo tanto en razón de esto».
2.1.2. esquema 2: el marco contractual
es esta formulación inicial el esquema narrativo conserva la impronta de los corpus de la etnoliteratura que especifica y limita su empleo. la «glorificación», por ejemplo, término figurativo, no es sino una manifestación posible de un fenómeno más general de reconocimiento de un acto realizado. se podrá elegir un término más amplio para nombrarla: «sanción». ésta puede ser positiva (gratificación) o negativa (reprobación), pragmática (recompensa o castigo) o cognitiva (elogio o censura). del mismo modo, comprobamos que el conjunto del esquema narrativo está, por así decir, enmarcado en una estructura contractual. en un principio, un contrato entre el destinador y el sujeto fija los valores y el mandato, el sujeto adquiere las competencias (conocimientos, medios de actuar, etc.) para ejecutar el mandato y cumplir con su compromiso realizando la acción (la actuación misma), antes de que el destinador, al final del recorrido, verifique la conformidad de la acción realizada con relación a los términos del compromiso, retribuya o castigue, aportando así él mismo su contribución al contrato inicialmente celebrado. las grandes secuencias de este modelo ideológico que es el esquema narrativo se convierten ahora en:

contrato {} competencia [] actuación {} sanción

esta vez se puede reconocer una distribución de las relaciones actanciales en cada etapa del esquema: el contrato pone en relación al dstinador-mandador con el sujeto, la competencia pone en relación al sujeto con el objeto, la actuación pone en relación al sujeto con el anti-sujeto en torno al objeto de valor, la sanción, finalmente, pone en contacto al sujeto con el destinador que juega entonces un papel de judicador.
2.1.3. esquema 3: las esferas semióticas autónomas
una última etapa, última generalización en la presentación del esquema narrativo, consistió en hacer aparecer los grandes conjuntos semióticos que abarca y que son analizables, como veremos, en términos de estructuras modales. nos desprendemos entonces del imaginario narrativo propiamente dicho, el del encadenamiento orientado de las acciones y los eventos. pero si bien nos interesamos menos directamente en la dimensión teleológica del esquema, es para separar mejor los dominios de articulación relativamente autónomos de las significaciones narrativas, para aislar amplias esferas semióticas reconocibles en toda clase de discurso, incluso fragmentariamente localizadas, mucho más allá del relato propiamente dicho. así, se dibujan tres grandes dominios semióticos:

manipulación - acción - sanción

el contrato puede inscribirse en la esfera más general de la «manipulación». este término, tomado sin ninguna connotación peyorativa, designa más fundamentalmente el campo de la factitividad: el hacer-hacer, que presupone un hacer-creer, un hacer-querer o deber, un hacer-saber y un hacer-poder. a partir de allí, el destinador-manipulador puede ser tanto el que otorga el mandato (tal como el rey arturo) como el que promete, el que alienta o el que desafía, el que elogia como el que seduce... el destinador no es ya, entonces, una figura actancial a priori, realizada en los papeles fijos de la tradición cultural (dios, rey, padre, etc.), sino que es construido por los enunciados modales (factitivos) que asume y que lo definen, sin por eso fijarlo en esa posición: cualquier actor puede encontrarse en posición modal de destinador e, inversamente, un gendarme, un padre o un jefe de estado pueden ver su función de destinador debilitada o desestabilizada, en razón de una simple pérdida modal (la pérdida de confianza por ejemplo...). de esta manera, el contrato se considera como una doble manipulación entre dos sujetos que ajustan y negocian sus /hacer-creer/ en función de los valores en juego.
la competencia y la actuación se inscriben en la esfera más general de «la acción». es el hacer, pragmático o cognitivo, lo que la caracteriza así como las condiciones requeridas para su ejercicio. su apuesta es el «hacer-ser» (definición del acto) que consiste en establecer un nuevo estado de cosas. pone en presencia al sujeto actuante y al anti-sujeto que le opone una resistencia, en una confrontación de la que resulta la adquisición o la pérdida de valores.
la «sanción» que pone en escena, y en juego, un destinador particular (juez, evaluador), representa también una esfera semiótica relativamente autónoma. el destinador de la sanción está dotado, o supuestamente dotado, de un saber verdadero y del poder de hacerlo valer. así como hay configuraciones específicas que dependen de la manipulación, tales como la seducción, la provocación o el desafío, del mismo modo hay aquí figuras de la sanción que pueden aislarse: los discursos del elogio y de la censura, por ejemplo, que abarca el género epidíctico de la retórica clásica, presuponen para la validez de su ejercicio la posición actancial de poder o de legitimidad del sujeto que los enuncia. a falta de un sujeto «autorizado», el discurso de la sanción pierde toda eficacia veridictoria, como sucede con frecuencia.

2.2. esquema narrativo, interacción y argumentación

en este último estadio de formulación, comprobamos que se modificó sensiblemente el estatus inicial del esquema narrativo, ampliándose considerablemente su alcance. lejos de ser sólo un dispositivo organizador de los textos narrativos, aparece de ahora en más como un modelo general de interacción. lo que esquematiza, ya no es el relato, sino la comunicación misma entre los hombres, una de cuyas formas privilegiadas de manifestación es el relato. y, lejos de ser un simple esquema de la comunicación (como los de la lingüística clásica), compromete a través del dispositivo de sus papeles la mira y los efectos esperables del discurso en acto. estas miras y estos efectos son constitutivos del esquema mismo. es por esta razón que, nos parece, es tan fácil relacionar los grandes géneros retóricos tradicionales con las esferas semióticas así aisladas, e integrarlos: hemos visto que el epidíctico dependía de la sanción cognitiva; de la sanción depende igualmente el género judicial, cuya función es establecer la verdad de acciones realizadas en el pasado. como lo escribió aristóteles, «la acusación o la defensa siempre se refieren a hechos ocurridos [4] ». en cuanto al género deliberativo, que tiene la propiedad de anticipar y proyectar realizaciones futuras, pertenece, evidentemente, a la esfera de la manipulación. la deliberación, que comprende la exhortación y la disuasión, es un juego contractual entre sujetos manipuladores que se dedican al hacer-creer. así enmarcada por la manipulación y por la sanción, la acción misma está como embebida de sentido.
se comprende entonces que la teoría semiótica de la narratividad, lejos de limitarse sólo al campo del relato, se presente como un modelo posible para una teoría general del discurso; y que, en la rivalidad que con frecuencia enfrentó a muchos teóricos en cuanto a saber si había que considerar a lo narrativo o a lo argumentativo como la forma más fundamental del discurso, ninguno de los antagonistas tiene la razón. en efecto, vemos bien que el relato puede estar, y está sin dudas siempre, al servicio de la persuasión, pero que, a la inversa, la argumentación, para su ejercicio, toma prestados sus papeles, sus estrategias y sus funciones esenciales a los principios más elementales de la narratividad. no hay allí nada sorprendente, si aceptamos la idea de que las estructuras y las relaciones entre actantes reconocibles en el seno del discurso enunciado son también las que estructuran la realidad enunciativa de las interacciones. el relato es una escenografía ejemplar del discurso en acto.

2.3. dimensiones pragmática, cognitiva y patémica

teniendo en cuenta el corpus de relatos de tradición oral que permitió, en un comienzo, la elaboración del esquema narrativo, se puede pensar que el modelo está exclusivamente relacionado al análisis de los discursos de sujetos actuantes, y que la semiótica narrativa es más o menos una teoría de la acción. los desarrollos que conoció este esquema muestran que este estrecho marco ha sido rápidamente desbordado. esta extensión de los campos de aplicación invita a distinguir tres períodos en el desarrollo de la reflexión semiótica sobre la narratividad, que condujeron a reconocer y a identificar tres grandes dimensiones distintas del discurso susceptibles de ser tomadas a cargo por los modelos narrativos. estas dimensiones -pragmática, cognitiva y patémica- forman conjuntos a la vez autónomos y solidarios, relacionados por los mismos enfoques y los mismos principios de análisis.
- la dimensión pragmática: denominamos así a la semiótica de la acción propiamente dicha, que pone en escena y en comunicación a sujetos somáticos y objetos concretos (tesoros ocultos, princesas raptadas, territorios a conquistar, asesinatos, etc.); esta dimensión está sobre todo centrada en corpus de tipo etnoliterario (relato mítico, cuento maravilloso), literario (novela de caballería, pero también novela en general, novela breve, etc.) o periodístico (reportaje, policiales, etc.). el uso que hacemos aquí del término «pragmática» debe distinguirse del concepto de «pragmática» que designa a la disciplina cuyo objeto es el análisis del lenguaje en acto y como acto.
- la dimensión cognitiva: se estudia la narrativización de los saberes, basada en el hecho de que basta con que dos actores en un relato dado no dispongan de un mismo saber sobre los objetos para que ese saber se vuelva objeto de valor (secreto, ilusorio, mentiroso, verdadero: la problemática de la veridicción), y por ende una apuesta narrativa. centrada en la excrecencia de este parámetro modal (los recorridos del saber), la dimensión cognitiva se desplegó en relatos literarios (especialmente la escritura novelesca del siglo XIX, con el lugar creciente que tomó la descripción al enmarcar, e incluso suplantar, a la acción).
- la dimensión patémica: última vía de investigación de la semiótica, esta dimensión se refiere a la modulación de los estados de ánimo. está vinculada a la narratividad por la sintaxis modal, pero se distingue profundamente de ella en la medida en que busca describir ya no la transformación de los estados de las cosas, de unidades discretas en unidades discretas, es decir en un universo de sentido discontinuo, sino la variación continua e inestable de los estados de los sujetos mismos. esta tercera dimensión es objeto de la semiótica de las pasiones.

2.4. los recorridos actanciales

tal como lo muestran las diferentes versiones del esquema narrativo, lo que está dibujado allí son los recorridos narrativos de los principales actantes. al enmarcar el esquema, la manipulación (o el contrato) y la sanción (o el reconocimiento) manifiestan los recorridos del destinador. pero él también está presente en la acción bajo la forma de este papel actancial antiguo, evocado anteriormente, el del ayudante, que acompaña al sujeto a lo largo de sus pruebas como una figura delegada del destinador.

recorrido del destinador
contrato (dr. mandador) -  acción (dr. ayudante) - sanción (dr. judicador)

al sujeto le corresponde propiamente el terreno de la acción cuando está en busca del objeto y se enfrenta con el anti-sujeto. pero el sujeto está, obviamente, implicado en la manipulación y en la sanción: en el primer caso, se le exige que exista. en el segundo, esta existencia es confirmada o invalidada.

eecorrido del sujeto
contrato (dr.) – s /  competencia / actuación (s – o – anti-s) / reconocimiento [`s – (Dr)]

en cuanto al objeto, su recorrido se disemina a lo largo de tres dominios, según tres modos de existencia diferentes: está virtualizado en el seno de la manipulación cuando los valores de los cuales es el soporte lo promueven a la existencia; está actualizado en la acción, cuando está en la mira del sujeto de búsqueda; está realizado en la sanción, cuando se vuelve el criterio de referencia para evaluar la acción del sujeto. Estos diferentes modos de existencia del objeto remiten, como vemos, a las relaciones particulares que este actante mantiene con el valor que se inscribe en él.
son estos diferentes recorridos los que vamos a examinar ahora de manera más precisa, a través de análisis textuales concretos, después de haber presentado la tercera y última definición del actante: ya no bajo la forma de un modelo actancial fijado, ni solamente como estructura posicional, sino en términos de sintaxis modal.

[1] j.-cl. coquet, la quête du sens. le langage en question, p. 149.

[2] bertrand se refiere a un análisis realizado en un capítulo anterior de su libro
[3] sémiotique. dictionnaire raisonné de la théorie du langage, p. 245.

[4] aristoteles, rhétorique, paris, le livre de poche, nº 4607, 1991, p. 94.

trad.: lelia gándara

rev.: eduardo serrano orejuela




*de denis bertrand: précis de sémiotique littéraire. paris: nathan, 2000, pp. 181-190.















--------------------------------------------------------------------------------





trad.: lelia gándara

león trotsky (lev davidovich bronshtein, rusia, 1879 - 1940) // literatura y revolución, 1934 - el abc de la dialéctica marxista

el a b c  de la dialéctica marxista
(frag. de en defensa del marxismo)

la dialéctica no es una ficción ni una mística, sino una ciencia de las formas de nuestro pensamiento en la medida en que éste no se limita a los problemas cotidianos de la vida y trata de llegar a una comprensión de procesos más profundos y complicados. la dialéctica y la lógica formal mantienen entre sí una relación similar a la que existe entre las matemáticas inferiores y las superiores.
trataré aquí de esbozar lo esencial del problema en forma muy concisa. la lógica aristotélica del silogismo simple, parte de la premisa de que “a” es igual a “a”. este postulado se acepta como axioma para una multitud de acciones humanas prácticas y de generalizaciones elementales. pero en realidad “a” no es igual a “a”. esto es fácil de demostrar si observamos estas dos letras bajo una lente: son completamente diferentes una de otra. pero, se podrá objetar, no se trata del tamaño o de la forma de las letras, dado que ellas no son solamente símbolos de cantidades iguales; por ejemplo, de una libra de azúcar. la objeción no es válida en realidad; una libra de azúcar nunca es igual a una libra de azúcar: una balanza delicada descubriría siempre la diferencia. nuevamente se podría objetar: sin embargo, una libra de azúcar es igual a sí misma. tampoco es verdad: todos los cuerpos cambian constantemente de tamaño, peso, color, etc. nunca son iguales a sí mismos. un sofista contestaré que una libra de azúcar es igual a sí misma “en un momento dado”. fuera del valor práctico extremadamente dudoso de este “axioma”, tampoco soporta una crítica teórica. ¿cómo debemos concebir realmente la palabra “momento”? si se trata de un intervalo infinitesimal de tiempo, entonces una libra de azúcar está sometida durante el transcurso de ese “momento” a cambios inevitables. ¿o este “momento” es una abstracción puramente matemática, es decir, cero tiempo? pero todo existe en el tiempo y la existencia misma es un proceso ininterrumpido de transformación; el tiempo es, en consecuencia, un elemento fundamental de la existencia. de este modo, el axioma “a” es igual a “a” significa que una cosa es igual a sí misma si no cambia, es decir, si no existe.
a primera vista podría parecer que estas “sutilezas” son inútiles. en realidad, tienen decisiva importancia. el axioma “a” es igual a “a” es a un mismo tiempo punto de partida de todos nuestros conocimientos y punto de partida de todos los errores de nuestro conocimiento. sólo dentro de ciertos límites se le puede utilizar con impunidad. si los cambios cuantitativos que se producen en “a” carecen de importancia para la cuestión que
tenemos entre manos, entonces podemos suponer que “a” es igual a “a”. tal es, por ejemplo, el modo en que el vendedor y el comprador consideran una libra de azúcar. de la misma manera consideramos la temperatura del sol. hasta hace poco considerábamos de la misma manera el valor adquisitivo del dólar. pero cuando los cambios cuantitativos sobrepasan ciertos límites se convierten en cambios cualitativos. una libra de azúcar sometida a la acción del agua o de la gasolina deja de ser una libra de azúcar. un dólar en manos de una presidente deja de ser un dólar. determinar en el momento preciso el punto crítico en que la cantidad se transforma en calidad es una de las tareas más difíciles o importantes en todas las esferas del conocimiento, incluso de la sociología.
todo obrero sabe que es imposible elaborar dos objetos completamente iguales. en la transformación de bronce en conos, se permite cierta desviación para los conos, siempre que ésta no pase de ciertos límites (a esto se le llama “tolerancia”). mientras se respeten las normas de la tolerancia, los conos son considerados iguales (“a” es igual a “a”). cuando se sobrepasa la tolerancia, la cantidad se transforma en calidad; en otras palabras, los conos son de inferior calidad o completamente inútiles.
nuestro pensamiento científico no es más que una parte de nuestra práctica general, incluso de la técnica. para los conceptos rige también la “tolerancia”, que no surge de la lógica formal basada en el axioma “a” es igual a “a”, sino de la lógica dialéctica cuyo axioma es: todo cambia constantemente. el “sentido común” se caracteriza por el hecho de que sistemáticamente excede la “tolerancia” dialéctica.
el pensamiento vulgar opera con conceptos como capitalismo, moral, libertad, estado obrero, etc. el pensamiento dialéctico analiza todas las cosas y fenómenos en sus cambios continuos a la vez que determina en las condiciones materiales de aquellos cambios el momento crítico en que “a” deja de ser “a”, un estado obrero deja de ser un estado obrero.
el vicio fundamental del pensamiento vulgar radica en el hecho de que quiere contentarse con fotografías inertes de una realidad que consiste en eterno movimiento. el pensamiento dialéctico da a los conceptos -por medio de aproximaciones sucesivas- correcciones, concreciones, riqueza de contenido y flexibilidad; diría, incluso, hasta cierta suculencia que en cierta medida los aproxima a los fenómenos vivientes. no hay un capitalismo en general, sino un capitalismo dado, en una etapa dada de desarrollo. no hay estado obrero en general, sino un capitalismo dado, en una etapa dada de desarrollo. no hay estado obrero en general, sino un estado obrero dado, en un país atrasado, dentro de un cerco capitalista, etc.
con respecto al pensamiento vulgar, el pensamiento dialéctico está en la misma relación que una película cinematográfica con una fotografía inmóvil. la película no invalida la fotografía inmóvil, sino que combina una serie de ellas de acuerdo a las leyes del movimiento. la dialéctica no niega el silogismo, sino que nos enseña a combinar los silogismos en forma tal que nos lleve a una comprensión más próxima a la realidad eternamente cambiante. hegel, en su lógica (1812-1816), estableció una serie de leyes: cambio de cantidad en calidad, desarrollo a través de las contradicciones, conflictos entre el contenido y la forma, interrupción de la continuidad, cambio de la posibilidad en inevitabilidad, etcétera, que son tan importantes para el pensamiento teórico como el silogismo simple para las tareas más elementales.
hegel escribió antes que darwin y antes que marx. gracias al poderoso impulso dado al pensamiento por la revolución francesa, hegel anticipó el movimiento general de la ciencia. pero porque era solamente una anticipación, aunque hecha por un genio, recibió de hegel un carácter idealista. hegel operaba con sombras ideológicas como realidad final. marx demostró que el movimiento de estas sombras ideológicas no reflejaban otra cosa que el movimiento de cuerpos materiales.
llamamos “materialista” a nuestra dialéctica porque sus raíces no están en el cielo ni en las profundidades del “libre albedrío”, sino en la realidad objetiva, en la naturaleza. lo consciente surgió de lo inconsciente, la psicología de la fisiología, el mundo orgánico del inorgánico, el sistema solar de la nebulosa. en todos los jalones de esta escala de desarrollo, los cambios cuantitativos se transformaron en cualitativos. nuestro pensamiento, incluso el pensamiento dialéctico, es solamente una de las formas de expresión de la materia cambiante. en ese sistema no hay lugar para dios, ni para el diablo, ni para el alma inmortal, ni para leyes y normas morales eternas. la dialéctica del pensamiento, por haber surgido de la dialéctica de la naturaleza, posee en consecuencia un carácter profundamente materialista.
el darwinismo, que explicó la evolución de las especies a través del tránsito, de las transformaciones cuantitativas en cualitativas, constituyó el triunfo más alto de la dialéctica en todo el campo de la materia orgánica. otro gran triunfo fue el descubrimiento de la tabla de pesos atómicos de elementos químicos, y posteriormente, la transformación de un elemento en otro.
a estas transformaciones (de especies, elementos, etcétera) está estrechamente ligada la cuestión de la clasificación, de pareja importancia en las ciencias naturales y las sociales. el sistema de linneo (siglo XVIII), que utilizaba como punto de partida la inmutabilidad de las especies, se limitaba a la descripción y clasificación de las plantas de acuerdo a sus características exteriores. el período infantil de la botánica es análogo al período infantil de la lógica, ya que las formas de nuestro pensamiento se desarrollan como todo lo que vive. únicamente el repudio definitivo de la idea de especies fijas, únicamente el estudio de la historia de la evolución de las plantas y de su anatomía, preparó las bases para una clasificación realmente científica.
marx, que a diferencia de darwin era un dialéctico consciente, descubrió una base para la clasificación científica de las sociedades humanas, en el desarrollo de sus fuerzas productivas y en la estructura de las formas de propiedad, que constituyen la anatomía social. el marxismo sustituye por una clasificación dialéctica materialista la clasificación vulgarmente descriptiva de sociedades y estados que aún sigue floreciendo en las universidades. únicamente mediante el uso del método de marx es posible determinar correctamente, tanto en el concepto de lo que es un estado obrero como el momento de su caída.
todo esto, como vemos, no contiene nada “metafísico” o “escolástico”, como afirman los ignorantes pedantes. la lógica dialéctica expresa las leyes del movimiento dentro del pensamiento científico contemporáneo. por el contrario, la lucha contra la dialéctica materialista expresa un pasado lejano, el conservadurismo de la pequeña burguesía, la autosuficiencia de los universitarios rutinarios y... un destello de esperanza en la vida del más allá.

pet shop boys // eclipse

pet shop boys // psychological

pet shop boys // i'm with stupid

pet shop boys // flamboyant

pet shop boys // love comes quickly

pet shop boys // one more chance

pet shop boys // it's alright

pet shop boys // did you see me coming?

pet shop boys // new york city boy

pet shop boys // love etc.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

vladimir ilich lenin (rusia, 1870 - 1924) // karl marx (breve esbozo biográfico, con una exposición del marxismo)[1]

karl marx
(breve esbozo biográfico, con una exposición del marxismo) [1]

1. prólogo
el artículo sobre karl marx, que hoy aparece en folleto, lo escribí (si mal no recuerdo) en 1913 para el diccionario granat. al final del artículo se agregaba una bibliografía bastante detallada sobre marx, que abarcaba sobre todo publicaciones extranjeras. esta bibliografía no figura en la presente edición. además, la redacción del diccionario, por su parte, teniendo en cuenta la censura, suprimió la porción final del artículo, en la que exponia la táctica revolucionaria de marx. por desgracia no me ha sido posible reconstruir aquí dicha parte, pues el borrador lo dejé no sé dónde, con mis papeles, en cracovia o suiza. sólo recuerdo que al final de mi artículo citaba, entre otras cosas, el pasaje de la carta de marx a engels del 16 de abril de 1856, en la que el primero decía: "todo el asunto dependerá en alemania de la posibilidad de cubrir la retaguardia de la revolución proletaria mediante una segunda edición de la guerra campesina. de esta manera la cosa será espléndida". esto es lo que no entendieron, desde 1905, nuestros mencheviques, que en la actualidad han llegado incluso a traicionar completamente al socialismo y a pasarse al campo de la burguesía.
n. lenin, moscú, 14 de mayo de 191

2.karl marx
karl marx nació el 5 de mayo (según el nuevo calendario) de 1818 en tréveris (ciudad de la Prusia renana). su padre era un abogado judío, convertido en 1824 al protestantismo. la familia de marx era una familia acomodada, culta, pero no revolucionaria. después de terminar en tréveris sus estudios de bachillerato, marx se inscribió en la universidad, primero en la de bonn y luego en la de berlín, estudiando jurisprudencia y, sobre todo, historia y filosofía. en 1841 terminó sus estudios universitarios, presentando una tesis sobre la filosofía de epicuro. por sus concepciones, marx era entonces todavía un idealista hegeliano. en berlín se adhirió al círculo de los "hegelianos de izquierda" (bruno bauer y otros), que se esforzaban por extraer de la filosofía de hegel conclusiones ateas y revolucionarias.
terminados sus estudios universitarios, marx se trasladó a bonn con la intención de hacerse profesor. pero la política reaccionaria del gobierno, que en 1832 había despojado de su cátedra a ludwig feuerbach, que en 1836 le había negado nuevamente la entrada en la universidad y que en 1841 privó al joven profesor bruno bauer del derecho a enseñar en bonn, obligó a marx a renunciar a la carrera docente. en aquella época, las ideas de los hegelianos de izquierda progresaban rápidamente en alemania. ludwig feuerbach, sobre todo desde 1836, comenzó a someter a crítica la teología y a orientarse hacia el materialismo, que en 1841 (la esencia del cristianismo ) se impone ya definitivamente en su pensamiento; en 1843 ven la luz sus principios de la filosofía del porvenir. "hay que haber vivido la influencia liberadora" de estos libros, escribía engels años más tarde refiriéndose a esas obras de feuerbach. "nosotros [es decir, los hegelianos de izquierda, entre ellos marx] nos hicimos en el acto feuerbachianos."[2] por aquel tiempo, los burgueses radicales renanos, que tenían ciertos puntos de contacto con los hegelianos de izquierda, fundaron en colonia un periódico de oposición, la gaceta del rin (cuyo primer número salió el 1 de enero de 1842). marx y bruno bauer fueron invitados como principales colaboradores; en octubre de 1842 marx fue nombrado redactor jefe del periódico y se trasladó de bonn a colonia. la tendencia democrática revolucionaria del periódico fue acentuándose bajo la jefatura de redacción de marx, y el gobierno lo sometió primero a una doble censura y luego a una triple, hasta que decidió más tarde suprimirlo totalmente a partir del 1 de enero de 1843. marx se vio obligado a abandonar su puesto de redactor jefe en esa fecha, sin que su salida lograse tampoco salvar al periódico, que fue clausurado en marzo de 1843. entre los artículos más importantes publicados por marx en la gaceta del rin, engels menciona, además de los que citamos más adelante (véase la bibliografía ) el que se refiere a la situación de los campesinos viticultores del valle del mosela. como su labor periodística le había demostrado que conocía insuficientemente la economía política, marx se dedicó afanosamente al estudio de esta ciencia.
en 1843, marx se casó en kreuznach con jenny von westphalen, amiga suya de la infancia, con la que se había comprometido cuando todavía era estudiante. su esposa pertenecía a una reaccionaria familia aristocrática de prusia. su hermano mayor fue ministro del interior en prusia durante una de las épocas más reaccionarias, desde 1850 hasta 1858. en el otoño de 1843 marx se trasladó a parís con objeto de editar en el extranjero una revista de tendencia radical en colaboración con arnold ruge (1802-1880; hegeliano de izquierda, encarcelado de 1825 a 1830, emigrado desde 1848, y partidario de bismarck entre 1866 y 1870). de esta revista, titulada anales franco-alemanes, sólo llegó a ver la luz el primer fascículo. las dificultades con que tropezaba la difusión clandestina de la revista en alemania y las discrepancias surgidas entre marx y ruge hicieron que se suspendiera su publicación. en los artículos de marx en los anales vemos ya al revolucionario que proclama la necesidad de una "crítica implacable de todo lo existente", y, en particular, de una "crítica de las armas"[3] que apele a las masas y al proletariado.
en septiembre de 1844 llegó a parís, por unos días, friedrich engels, quien se convirtió, desde ese momento, en el amigo más íntimo de marx. ambos tomaron conjuntamente parte activísima en la vida, febril por entonces, de los grupos revolucionarios de parís (especial importancia revestía la doctrina de proudhon, a la que marx ajustó cuentas resueltamente en su obra miseria de la filosofía, publicada en 1847) y, en lucha enérgica contra las diversas doctrinas del socialismo pequeñoburgués, forjaron la teoría y la táctica del socialismo proletario revolucionario, o comunismo (marxismo). véanse, más adelante, en la bibliografía, las obras de marx de esta época, años de 1844 a 1848. en 1845, a instancias del gobierno prusiano, marx fue expulsado de parís como revolucionario peligroso, instalándose entonces en bruselas. en la primavera de 1847, marx y engels se afiliaron a una sociedad secreta de propaganda, la liga de los comunistas, tuvieron una participación destacada en el II congreso de esta organización (celebrado en londres en noviembre de 1847) y por encargo del congreso redactaron el famoso manifiesto del partido comunista que apareció en febrero de 1848. en esta obra se traza, con claridad y brillantez geniales, una nueva concepción del mundo: el materialismo consecuente, aplicado también al campo de la vida social; la dialéctica como la doctrina más completa y profunda del desarrollo; la teoría de la lucha de clases y de la histórica misión revolucionaria universal del proletariado como creador de una nueva sociedad, la sociedad comunista.
al estallar la revolución de febrero de 1848, marx fue expulsado de bélgica. se trasladó nuevamente a parís, y desde allí, después de la revolución de marzo, marchó a alemania, más precisamente, a colonia. desde el 1 de junio de 1848 hasta el 19 de mayo de 1849, se publicó en esta ciudad la nueva gaceta del rin, de la que marx era el redactor jefe. el curso de los acontecimientos revolucionarios de 1848 a 1849 vino a confirmar de manera brillante la nueva teoría, como habrían de confirmarla en lo sucesivo los movimientos proletarios y democráticos de todos los países del mundo. la contrarrevolución triunfante hizo que marx compareciera, primero, ante los tribunales (siendo absuelto el g de febrero de 1849) y después lo expulsó de alemania (el 16 de mayo de 1849). marx se dirigió a parís, de donde fue expulsado también después de la manifestación del 13 de junio de 1849 [4]; entonces marchó a londres, donde pasó el resto de su vida.
las condiciones de vida en la emigración eran en extremo duras, como lo revela con toda claridad la correspondencia entre marx y engels (editada en 1913). la miseria asfixiaba realmente a marx y a su familia; de no haber sido por la constante y abnegada ayuda económica de engels, marx no sólo no hubiera podido acabar el capital, sino que habría sucumbido inevitablemente bajo el peso de la miseria. además, las doctrinas y tendencias del socialismo pequeñoburgués, no proletario en general, que predominaban en aquella época, obligaban a marx a librar constantemente una lucha implacable, y a veces a repeler (como hace en su obra herr vogt [5] los ataques personales más rabiosos y salvajes. manteniéndose al margen de los círculos de emigrados y concentrando sus esfuerzos en el estudio de la economía política, marx desarrolló su teoría materialista en una serie de trabajos históricos (véase la bibliografía ). con sus obras contribución a la crítica de la economía política (1859) y el capital (t. I, 1867), marx provocó una verdadera revolución en la ciencia económica (véase más adelante la doctrina de marx).
el recrudecimiento de los movimientos democráticos, a fines de la década del 50 y durante la del 60, llevó de nuevo a marx a la actividad práctica. el 28 de septiembre de 1864 se fundó en londres la famosa primera internacional, la "asociación Internacional de los trabajadores". marx fue el alma de esta organización, el autor de su primer "llamamiento" y de gran número de sus resoluciones, declaraciones y manifiestos. unificando el movimiento obrero de los diferentes países, orientando por el cauce de una actuación conjunta a las diver sas formas del socialismo no proletario, premarxista (mazzini, proudhon, bakunin, el tradeunionismo liberal inglés, las vacilaciones derechistas lassalleanas en alemania, etc.), a la par que combatía las teorías de todas estas sectas y escuelas, marx fue forjando la táctica común de la lucha proletaria de la clase obrera en los distintos países. después de la caída de la comuna de parís en 1871, que marx analizó (en la guerra civil en francia, 1871) de modo tan profundo, certero, brillante y eficaz, como revolucionario - y a raíz de la escisión de la In ternacional provocada por los bakuninistas -, esta última ya no pudo seguir existiendo en europa. después del congreso de la haya (1872), marx consiguió que el consejo general de la internacional se trasladase a nueva york. la primera internacional había cumplido su misión histórica y dejaba paso a una época de desarrollo incomparablemente más amplio del movimiento obrero en todos los países del mundo, época en que este movimiento había de desplegarse en extensión, con la creación de partidos obreros socialistas de masas dentro de cada estado nacional.
su intensa labor en la Internacional y sus actividades teóricas, aún más intensas, minaron definitivamente la salud de marx. prosiguió su obra de relaboración de la economía política y se consagró a terminar el capital, recopilando con este fin multitud de nuevos documentos y poniéndose a estudiar varios idiomas (entre ellos el ruso), pero la enfermedad le impidió concluir el capital.
el 2 de diciembre de 1881 murió su esposa, y el 14 de marzo de 1883 marx se quedó dormido apaciblemente para siempre en su sillón. está enterrado, junto a su mujer, en el cementerio londinense de highgate. varios hijos de marx murieron en la infancia en londres, cuando la familia vivía en la miseria. tres de sus hijas se casaron con socialistas de inglaterra y francia: eleonora eveling, laura lafargue y jenny longuet. un hijo de esta última es miembro del partido socialista francés.

3.la doctrina de marx
el marxismo es el sistema de las concepciones y de la doctrina de marx. este continúa y corona genialmente las tres principales corrientes ideológicas del siglo XIX, que pertenecen a los tres países más avanzados de la humanidad: la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, vinculado a las doctrinas revolucionarias francesas en general. la admirable coherencia y la integridad de sus concepciones - cualidades reconocidas incluso por sus adversarios -, que constituyen en su conjunto el materialismo y el socialismo científicos contemporáneos como teoría y programa del movimiento obrero de todos los países civilizados del mundo, nos obligan a esbozar brevemente su concepción del mundo en general antes de exponer el contenido esencial del marxismo, o sea, la doctrina económica de Marx.

el materialismo filosófico
desde 1844-1845, años en que se formaron sus concepciones, marx fue materialista y, especialmente, partidario de ludwig feuerbach, cuyos puntos débiles vio, más tarde, en la insuficiente consecuencia y amplitud de su materialismo. para marx, la significación histórica universal de feuerbach, que "hizo época", residía precisamente en el hecho de haber roto en forma resuelta con el idealismo de hegel y proclamado el materialismo, que ya "en el siglo XVIII, sobre todo en francia, representaba la lucha, no sólo contra las instituciones políticas existentes y al mismo tiempo contra la religión y la teología, sino también [. . .] contra la metafísica en general" (entendiendo por ella toda "especulación ebria", a diferencia de la "filosofía sobria") (la sagrada familia, en la herencia literaria ). "para hegel -escribía marx-, el proceso del pensamiento, al que él convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real [. . .]. para mí lo ideal no es, por el contrario, más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre." (k. marx, el capital, t. I, "palabras finales a la 2a ed."). mostrándose plenamente de acuerdo con esta filosofía materialista de marx, f. engels escribía lo siguiente, al exponerla en su anti-dühring (véase ), obra cuyo manuscrito conoció marx: . . . "la unidad del mundo no existe en su ser, sino en su materialidad, que ha sido demostrada [. . .] en el largo y penoso desarrollo de la filosofía y de las ciencias naturales [. . .]. el movimiento es la forma de existencia de la materia. jamás, ni en parte alguna, ha existido ni puede existir materia sin movimiento, ni movimiento sin materia [. . .]. pero si seguimos preguntando qué son y de dónde proceden el pensar y la conciencia, nos encontramos con que son productos del cerebro humano y con que el mismo hombre no es más que un producto de la naturaleza, que se ha desarrollado en un determinado ambiente natural y junto con éste; por donde llegamos a la conclusión lógica de que los productos del cerebro humano, que en última instancia no son tampoco más que productos de la naturaleza, no se contradicen, sino que corresponden al resto de la concatenación de la naturaleza". "hegel era idealista, es decir, que para él las ideas de nuestra cabeza no son reflejos [abbilder, esto es, imágenes, pero a veces engels habla de "reproducciones"] más o menos abstractos de los objetos y fenómenos de la realidad, sino que los objetos y su desarrollo se le antojaban, por el contrario, imágenes de una idea existentes no se sabe dónde, ya antes de que existiese el mundo." en ludwig feuerbach [6], obra en la que engels expone sus ideas y las de marx sobre la filosofía de feuerbach, y cuyo original envió a la imprenta después de revisar un antiguo manuscrito suyo y de marx, que databa de los años 1844-1845, sobre hegel, feuerbach y la concepción materialista de la historia, escribe engels: "el gran problema cardinal de toda filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza [. . .]. ¿qué está primero: el espíritu o la naturaleza? [. . .] los filósofos se dividieron en dos grandes campos, según la contestación que diesen a esta pregunta. los que afirmaban que el espíritu estaba antes que la naturaleza y que, por lo tanto, reconocían, en última instancia, una creación del mundo bajo una u otra forma [. . .], constituyeron el campo del idealismo. los demás, los que reputaban la naturaleza como principio fundamental, adhirieron a distintas escuelas del materialismo". todo otro empleo de los conceptos de idealismo y materialismo (en sentido filosófico) sólo conduce a la confusión. marx rechazaba enérgicamente, no sólo el idealismo -vinculado siempre, de un modo u otro, a la religión-, sino también los puntos de vista de hume y kant, tan difundidos en nuestros días, es decir, el agnosticismo, el criticismo y el positivismo en sus diferentes formas; para marx esta clase de filosofía era una concesión "reaccionaria" al idealismo y, en el mejor de los casos, una "manera vergonzante de aceptar el materialismo bajo cuerda y renegar de él públicamente". sobre esto puede consultarse, además de las obras ya citadas de engels y marx, la carta de este último a engels, fechada el 12 de diciembre de 1868, en la que habla de unas manifestaciones del célebre naturalista t. huxley. en ella, a la vez que hace notar que huxley se muestra "más materialista" que de ordinario, y reconoce que "si observamos y pensamos realmente, nunca podemos salirnos del materialismo", marx le reprocha que deje abierto un "portillo" al agnosticismo, a la filosofía de hume. en particular debemos destacar la concepción de marx acerca de las relaciones entre la libertad y la necesidad: "la necesidad sólo es ciega en cuanto no se la comprende. la libertad no es otra cosa que el conocimiento de la necesidad" (engels, anti-dühring ) = reconocimiento de la sujeción objetiva de la naturaleza a leyes y de la trasformación dialéctica de la necesidad en libertad (a la par que de la trasformación de la "cosa en sí" no conocida aún, pero cognoscible, en "cosa para nosotros", de la "esencia de las cosas" en "fenómenos"). el defecto fundamental del "viejo" materialismo, incluido el de feuerbach (y con mayor razón aún el del materialismo "vulgar" de buchner, vogt y moleschott) consistía, según marx y engels, en lo siguiente:
1) en que este materialismo era "predominantemente mecanicista" y no tenía en cuenta los últimos progresos de la química y de la biología (a los que habría que agregar en nuestros días los de la teoría eléctrica de la materia)
2) en que el viejo materialismo no era histórico ni dialéctico (sino metafísico, en el sentido de antidialéctico) y no mantenía consecuentemente ni en todos sus aspectos el punto de vista del desarrollo
3) en que concebían "la esencia del hombre" en forma abstracta, y no como el "conjunto de las relaciones sociales" (históricamente concretas y determinadas), por cuya razón se limitaban a "explicar" el mundo cuando en realidad se trata de "trasformar lo"; es decir, en que no comprendían la importancia de la "actividad práctica revolucionaria".

la dialéctica
la dialéctica hegeliana, o sea, la doctrina más multilateral, más rica en contenido y más profunda del desarrollo, era para marx y engels la mayor conquista de la filosofía clásica alemana. toda otra formulación del principio del desarrollo, de la evolución, les parecía unilateral y pobre, deformadora y mutiladora de la verdadera marcha del desarrollo en la naturaleza y en la sociedad (marcha que a menudo se efectúa a través de saltos, cataclismos y revoluciones). "marx y yo fuimos casi los únicos que nos planteamos la tarea de salvar [del descalabro del idealismo, incluido el hegelianismo] la dialéctica conciente para traerla a la concepción materialista de la naturaleza." "la naturaleza es la confirmación de la dialéctica, y precisamente son las modernas ciencias naturales las que nos han brindado un extraordinario acervo de datos [¡y esto fue escrito antes de que se descubriera el radio, los electrones, la trasformación de los elementos, etc.!] y enriquecido cada día que pasa, demostrando con ello que la naturaleza se mueve, en última instancia, dialéctica, y no metafísicamente."
"la gran idea fundamental -escribe Engels- de que el mundo no se compone de un conjunto de objetos terminados y acabados, sino que representa en sí un conjunto de procesos, en el que las cosas que parecen inmutables, al igual que sus imágenes mentales en nuestro cerebro, es decir, los conceptos, se hallan sujetos a un continuo cambio, a un proceso de nacimiento y muerte; esta gran idea fundamental se encuentra ya tan arraigada desde hegel en la conciencia común, que apenas habrá alguien que la discuta en su forma general. pero una cosa es reconocerla de palabra y otra aplicarla en cada caso particular y en cada campo de investigación." "para la filosofía dialéctica no existe nada establecido de una vez para siempre, nada absoluto, consagrado.; en todo ve lo que hay de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del aparecer y desaparecer, del infinito movimiento ascensional de lo inferior a lo superior. y esta misma filosofía es un mero reflejo de ese proceso en el cerebro pensante." así, pues, la dialéctica es, según marx, "la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano".
este aspecto revolucionario de la filosofía hegeliana es el que marx recoge y desarrolla. el materialismo dialéctico "no necesita de ninguna filosofía situada por encima de las demás ciencias". de la filosofía anterior queda en pie "la teoría del pensamiento y sus leyes, es decir, la lógica formal y la dialéctica". y la dialéctica, tal como la concibe marx, y también según hegel, abarca lo que hoy se llama teoría del conocimiento o gnoseología, ciencia que debe enfocar también su objeto desde un punto de vista histórico, investigando y generalizando los orígenes y el desarrollo del conocimiento, y el paso de la falta de conocimiento al conocimiento.
en nuestro tiempo, la idea del desarrollo, de la evolución, ha penetrado casi en su integridad en la conciencia social, pero no a través de la filosofía de hegel, sino por otros caminos. sin embargo, esta idea, tal como la formularon marx y engels, apoyándose en hegel, es mucho más completa, mucho más rica en contenido que la teoría de la evolución al uso. es un desarrollo que, al parecer, repite etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alta ("negación de la negación"), un desarrollo, por decirlo así, en espiral y no en línea recta; un desarrollo que se opera en forma de saltos, a través de cataclismos y revoluciones, que significan "interrupciones de la gradualidad"; un desarrollo que es trasformación de la cantidad en calidad, impulsos internos de desarrollo originados por la contradicción, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias, que actúan sobre determinado cuerpo, o dentro de los límites de un fenómeno dado o en el seno de una sociedad dada; interdependencia íntima e indisoluble concatenación de todos los aspectos de cada fenómeno (con la particularidad de que la historia pone constantemente al descubierto nuevos aspectos), concatenación que ofrece un proceso de movimiento único, universal y sujeto a leyes; tales son algunos rasgos de la dialéctica, teoría mucho más empapada de contenido que la (habitual) doctrina de la evolución. (véase la carta de marx a engels del 8 de enero de 1868, en la que se mofa de las "rígidas tricotomías" de stein, que sería ridículo confundir con la dialéctica materialista.)

la concepción materialista de la historia
la conciencia de que el viejo materialismo era una teoría inconsecuente, incompleta y unilateral llevó a marx a la convicción de que era indispensable "poner en consonancia la ciencia de la sociedad con la base materialista y reconstruirla sobre esta base". si el materialismo en general explica la conciencia por el ser, y no al contrario, aplicado a la vida social de la humanidad exige que la conciencia social se explique por el ser social. "la tecnología -dice marx (en el capital, t. I)- pone al descubierto la relación activa del hombre con la naturaleza, el proceso inmediato de producción de su vida, y, a la vez, sus condiciones sociales de vida y de las representaciones espirituales que de ellas se derivan." y en el "prólogo a su contribución a la crítica de la economía política ", marx ofrece una formulación integral de las tesis fundamentales del materialismo aplicadas a la sociedad humana y a su historia. he aquí sus palabras:
"en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.
"el conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se erige una superestructura política y jurídica, y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, su ser social el que determina su conciencia. al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. de formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas de ellas. y se abre así una época de revolución social. al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre la revolución material producida en las condiciones económicas de producción, y que puede verificarse con la precisión propia de las ciencias naturales, y las revoluciones jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas; en una palabra, de las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.
"y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de si, no podemos juzgar tampoco estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción..." "...a grandes rasgos, podemos señalar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués." (véase la breve formulación que marx da en su carta a engels del 7 de julio de 1866: "nuestra teoria de que la organización del trabajo está determinada por los medios de producción".)
el descubrimiento de la concepción materialista de la historia, o mejor dicho, la consecuente aplicación y extensión del materialismo al dominio de los fenómenos sociales, superó los dos defectos fundamentales de las viejas teorías de la historia. en primer lugar, estas teorías solamente examinaban, en el mejor de los casos, los móviles ideológicos de la actividad histórica de los hombres, sin investigar el origen de esos móviles, sin captar las leyes objetivas que rigen el desarrollo del sistema de las relaciones sociales, ni ver las raices de éstas en el grado de desarrollo de la producción material; en segundo lugar, las viejas teorias no abarcaban precisamente las acciones de las masas de la población, mientras que el materialismo histórico permitió estudiar, por vez primera y con la exactitud de las ciencias naturales, las condiciones sociales de la vida de las masas y los cambios operados en estas condiciones. la "sociologia" y la historiografía anteriores a marx proporcio naban, en el mejor de los casos, un cúmulo de datos crudos, recopilados fragmentariamente, y la descripción de aspectos aislados del proceso histórico. el marxismo señaló el camino para un estudio global y multilateral del proceso de aparición, desarrollo y decadencia de las formaciones económico-sociales, examinando el conjunto de todas las tendencias contradictorias y reduciéndolas a las condiciones, perfectamente determinables, de vida y de producción de las distintas clases de la sociedad, eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad en la elección de las diversas ideas "dominantes" o en la interpretación de ellas, y poniendo al descubierto las raíces de todas las ideas sin excepción y de las diversas tendencias que se manifiestan en el estado de las fuerzas productivas materiales. los hombres hacen su propia historia, ¿pero qué determina los móviles de estos hombres, y precisamente de las masas humanas?; ¿qué es lo que provoca los choques de ideas y las aspiraciones contradictorias?; ¿qué representa el conjunto de todos estos choques que se producen en la masa entera de las sociedades humanas?; ¿cuáles son las condiciones objetivas de producción de la vida material que crean la base de toda la actividad histórica de los hombres?; ¿cuál es la ley que rige el desenvolvimiento de estas condiciones? marx concentró su atención en todo esto y trazó el camino para estudiar científicamente la historia como un proceso único, regido por leyes, en toda su inmensa diversidad y con su carácter contradictorio.

la lucha de clases
todo el mundo sabe que en cualquier sociedad las aspiraciones de una parte de sus miembros chocan abiertamente con las aspiraciones de otros, que la vida social está llena de contradicciones, que la historia nos muestra una lucha entre pueblos y sociedades, así como en su propio seno; todo el mundo sabe también que se suceden los períodos de revolución y reacción, de paz y de guerras, de estancamiento y de rápido progreso o decadencia. el marxismo nos proporciona el hilo conductor que permite descubrir una sujeción a leyes en este aparente laberinto y caos, a saber: la teoría de la lucha de clases. sólo el estudio del conjunto de las aspiraciones de todos los miembros de una sociedad dada o de un grupo de sociedades, puede conducirnos a una determinación científica del resultado de esas aspiraciones. ahora bien, la fuente de que brotan esas aspiraciones contradictorias son siempre las diferencias de situación y de condiciones de vida de las clases en que se divide cada sociedad. "la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días -dice marx en el manifiesto comunista (exceptuando la historia del régimen de la comunidad primitiva, añade más tarde engels)- es la historia de las luchas de clases. hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales; en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la trasformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes [. . .]. la moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresion, las viejas formas de lucha, por otras nuevas. nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. toda la sociedad va dividiéndose cada vez más en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado." a partir de la gran revolución francesa, la historia de europa pone de relieve en distintos países, con especial evidencia, el verdadero fondo de los acontecimientos, la lucha de clases. y ya en la época de la restauración se destacan en francia algunos historiadores (thierry, guizot, mignet y thiers) que, al generalizar los acontecimientos, no pudieron dejar de reconocer que la lucha de clases era la clave para la comprensión de toda la historia francesa. y la época contemporánea, es decir, la época que señala el triunfo completo de la burguesía y de las instituciones representativas, del sufragio amplio (cuando no universal), de la prensa diaria barata que llega a las masas, etc., la época de las poderosas asociaciones obreras y patronales cada vez más vastas, etc., pone de manifiesto de un modo todavía más patente (aunque a veces en forma unilateral, "pacífica" y "constitucional") que la lucha de clases es la fuerza motriz de los acontecimientos. el siguiente pasaje del manifiesto comunista nos revela lo que marx exigía de la ciencia social en cuanto al análisis objetivo de la situación de cada clase en la sociedad moderna y en relación con el examen de las condiciones de desarrollo de cada clase: "de todas las clases que hoy se enfrentan con ía burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. las demás clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. las capas medias -- el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano y el campesino -- , todas ellas luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales capas medias. no son, pues, revolucionarias, sino conservadoras. más todavía, son reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia. son revolucionarias únicamente cuando tienen ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado; defendiendo así, no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado". en una serie de obras históricas (véase la bibliografía ), marx nos ofrece brillantes y profundos ejemplos de historiografía materialista, de análisis de la situación de cada clase en particular y a veces de los diferentes grupos o capas que se manifiestan dentro de ella, mostrando palmariamente por qué y cómo "toda lucha de clases es una lucha política". el pasaje que acabamos de citar ilustra cuán intrincada es la red de relaciones sociales y fases de transición de una clase a otra, del pasado al porvenir, que marx analiza para determinar la resultante total del desarrollo histórico.
la confirmación y aplicación más profunda, más completa y detallada de la teoría de marx es su doctrina económica.

4.la doctrina económica de marx"y la finalidad última de esta obra -- dice marx en el prólogo a el capital -- es, en efecto, descubrir la ley económica que preside el movimiento de la sociedad moderna", es decir, de la sociedad capitalista, burguesa. el estudio de las relaciones de producción de una sociedad dada, históricamente determinada, en su aparición, desarrollo y decadencia: tal es el contenido de la doctrina económica de marx. en la sociedad capitalista impera la producción de mercancías ; por eso, el análisis de marx empieza con el análisis de la mercancía.

el valor
la mercancía es, en primer lugar, una cosa que satisface una determinada necesidad humana y, en segundo lugar, una cosa que se cambia por otra. la utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso. el valor de cambio (o, sencillamente el valor) es, ante todo, la relación o proporción en que se cambia cierto número de valores de uso de una clase por un determinado número de valores de uso de otra clase. la experiencia diaria nos muestra que, a través de millones y miles de millones de esos actos de intercambio, se equiparan constantemente todo género de valores de uso, aun los más diversos y menos equiparables entre sí. ¿qué es lo que tienen de común esos diversos objetos, que constantemente son equiparados entre sí en determinado sistema de relaciones sociales? tienen de común el que todos ellos son productos del trabajo. al cambiar sus productos, los hombres equiparan los mas diversos tipos de trabajo. la producción de mercancías es un sistema de relaciones sociales en que los distintos productores crean diversos productos (división social del trabajo), y todos estos productos se equiparan entre sí por medio del cambio. por tanto, lo que todas las mercancías encierran de común no es el trabajo concreto de una determinada rama de producción, no es un trabajo de determinado tipo, sino el trabajo humano abstracto, el trabajo humano en general. toda la fuerza de trabajo de una sociedad dada, representada por la suma de valores de todas las mercancías, es una y la misma fuerza humana de trabajo; así lo evidencian miles de millones de actos de cambio. por consiguiente, cada mercancía en particular no representa más que una determinada parte del tiempo de trabajo socialmente necesario. la magnitud del valor se determina por la cantidad de trabajo socialmente necesario o por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir cierta mercancía o cierto valor de uso. "al equiparar unos con otros, en el cambio, sus diversos productos, lo que hacen los hombres es equiparar entre sí sus diversos trabajos como modalidades del trabajo humano. no lo saben, pero lo hacen." el valor es, como dijo un viejo economista, una relación entre dos personas; pero debió añadir simplemente: relación encubierta por una envoltura material. sólo partiendo del sistema de relaciones sociales de producción de una formación social históricamente determinada, relaciones que se manifiestan en el fenómeno masivo del cambio, repetido miles de millones de veces, podemos comprender lo que es el valor. "como valores, las mercancías no son más que cantidades determinadas de tiempo de trabajo coagulado." después de analizar en detalle el doble carácter del trabajo materializado en las mercancías, marx pasa al análisis de la forma del valor y del dinero. con ello se propone, fundamentalmente, investigar el origen de la forma monetaria del valor, estudiar el proceso histórico de desenvolvimiento del cambio, comenzando por las operaciones sueltas y fortuitas de trueque ("forma simple, suelta o fortuita del valor", en que una cantidad de mercancía es cambiada por otra) hasta remontarse a la forma universal del valor, en que mercancías diferentes se cambian por una mercancía concreta, siempre la misma, y llegar a la forma monetaria del valor, en que la función de esta mercancía, o sea, la función de equivalente universal, la desempeña el oro. el dinero, producto supremo del desarrollo del cambio y de la producción de mercancías, disfraza y oculta el carácter social de los trabajos privados, la concatenación social existente entre los diversos productores unidos por el mercado. marx somete a un análisis extraordinariamente minucioso las diversas funciones del dinero, debiendo advertirse, pues tiene gran importancia, que en este caso (como, en general, en todos los primeros capítulos de el capital ) la forma abstracta de la exposición, que a veces parece puramente deductiva, recoge en realidad un gigantesco material basado en hechos sobre la historia del desarrollo del cambio y de la producción de mercancías. "el dinero presupone cierto nivel del cambio de mercancías. las diversas formas del dinero -- simple equivalente de mercancías o medio de circulación, medio de pago, de atesoramiento y dinero mundial -- señalan, según el distinto volumen y predominio relativo de tal o cual función, fases muy distintas del proceso social de producción" (el capital, I).

la plusvalía
al alcanzar la producción de mercancías determinado grado de desarrollo, el dinero se convierte en capital. la fórmula de la circulación de mercancías era: m (mercancía) - d (dinero) - m(mercancía), o sea, venta de una mercancía para comprar otra. por el contrario, la fórmula general del capital es d - m - d, o sea, la compra para la venta (con ganancia). marx llama plusvalía a este incremento del valor primitivo del dinero que se lanza a la circulación. que el dinero lanzado a la circulación capitalista "crece", es un hecho conocido de todo el mundo. y precisamente ese "crecimiento" es lo que convierte el dinero en capital, como relación social de producción particular, históricamente determinada. la plusvalía no puede brotar de la circulación de mercancías, pues ésta sólo conoce el intercambio de equivalentes; tampoco puede provenir de un alza de los precios, pues las pérdidas y las ganancias recíprocas de vendedores y compradores se equilibrarían; se trata de un fenómeno masivo, medio, social, y no de un fenómeno individual. para obtener plusvalía "el poseedor del dinero necesita encontrar en el mercado una mercancía cuyo valor de uso posea la cualidad peculiar de ser fuente de valor", una mercancía cuyo proceso de consumo sea, al mismo tiempo, proceso de creación de valor. y esta mercancía existe: es la fuerza de trabajo del hombre. su consumo es trabajo y el trabajo crea valor. el poseedor del dinero compra la fuerza de trabajo por su valor, valor que es determinado, como el de cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción (es decir, por el costo del mantenimiento del obrero y su familia). una vez que ha comprado la fuerza de trabajo el poseedor del dinero tiene derecho a consumirla, es decir, a obligarla a trabajar durante un día entero, por ejemplo, durante doce horas. en realidad el obrero crea en seis horas (tiempo de trabajo "necesario") un producto con el que cubre los gastos de su mantenimiento; durante las seis horas restantes (tiempo de trabajo "suplementario") crea un "plusproducto" no retribuido por el capitalista, que es la plusvalía. por consiguiente, desde el punto de vista del proceso de la producción, en el capital hay que distinguir dos partes: capital constante, invertido en medios de producción (máquinas, instrumentos de trabajo, materias primas, etc.) -y cuyo valor se trasfiere sin cambio de magnitud (de una vez o en partes) a las mercancías producidas-, y capital variable, invertido en fuerza de trabajo. el valor de este capital no permanece invariable, sino que se acrecienta en el proceso del trabajo, al crear la plusvalía. por lo tanto, para expresar el grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tenemos que comparar la plusvalía obtenida, no con el capital global, sino exclusivamente con el capital variable. la cuota de plusvalía, como llama marx a esta relación, sería, pues, en nuestro ejemplo, de 6:6, es decir, del 100 por ciento.
las premisas históricas para la aparición del capital son: primera, la acumulación de determinada suma de dinero en manos de ciertas personas, con un nivel de desarrollo relativamente alto de la producción de mercancías en general ¡ segunda, la existencia de obreros "libres" en un doble sentido -libres de todas las trabas o restricciones impuestas a la venta de la fuerza de trabajo, y libres por carecer de tierra y, en general, de medios de producción-, de obreros desposeídos, de obreros "proletarios" que, para subsistir, no tienen más recursos que la venta de su fuerza de trabajo.
dos son los modos principales para poder incrementar la plusvalía: mediante la prolongación de la jornada de trabajo ("plusvalía absoluta") y mediante la reducción del tiempo de trabajo necesario ("plusvalía relativa"). al analizar el primer modo, marx hace desfilar ante nosotros el grandioso panorama de la lucha de la clase obrera para reducir la jornada de trabajo y de la intervención del poder estatal, primero para prolongarla (en el período que media entre los siglos XIV y XVII) y después para reducirla (legislación fabril del siglo XIX). desde la aparición de el capital, la historia del movimiento obrero de todos los países civilizados ha aportado miles y miles de nuevos hechos que ilustran este panorama.
al proceder a su análisis de la producción de plusvalía relativa, marx investiga las tres etapas históricas fundamenta les de la elevación de la productividad del trabajo por el capitalismo:
1) la cooperación simple
2) la división del trabajo y la manufactura
3) la maquinaria y la gran industria.
la profundidad con que marx aquí pone de relieve los rasgos fundamentales y típicos del desarrollo del capitalismo nos demuestra, entre otras cosas, el hecho de que el estudio de la llamada industria de los kustares* en rusia ha aportado un abundantísimo material para ilustrar las dos primeras etapas de las tres mencionadas. en cuanto a la acción revolucionaria de la gran industria maquinizada, descrita por marx en 1867, durante el medio siglo trascurrido desde entonces ha venido a revelarse en toda una serie de países "nuevos" (rusia, japón, etc.).
prosigamos. importantísimo y nuevo es el análisis de marx de la acumulación del capital, es decir, de la trasformación de una parte de la plusvalía en capital, y de su empleo, no para satisfacer las necesidades personales o los caprichos del capitalista, sino para renovar la producción. marx hace ver el error de toda la economía política clásica anterior (desde adam smith) al suponer que toda la plusvalía que se convertía en capital pasaba a formar parte del capital variable, cuando en realidad se descompone en medios de producción más capital variable. en el proceso de desarrollo del capitalismo y de su trasformación en socialismo tiene una inmensa importancia el que la parte del capital constante (en la suma total del capital) se incremente con mayor rapidez que la parte del capital variable.
al acelerar el desplazamiento de los obreros por la maquinaria, produciendo riqueza en un polo y miseria en el polo opuesto, la acumulación del capital crea también el llamado "ejército industrial de reserva", el "sobrante relativo" de obreros o "superpoblación capitalista", que reviste formas extraordinariamente diversas y permite al capital ampliar la producción con singular rapidez. esta posibilidad, relacionada con el crédito y la acumulación de capital en medios de producción, nos proporciona, entre otras cosas, la clave para comprender las crisis de superproducción, que estallan periódicamente en los países capitalistas, primero cada diez años, término medio, y luego con intervalos mayores y menos precisos. de la acumulación del capital sobre la base del capitalismo hay que distinguir la llamada acumulación primitiva, que se lleva a cabo mediante la separación violenta del trabajador de los medios de producción, expulsión del campesino de su tierra, robo de los terrenos comunales, sistema colonial, sistema de la deuda pública, tarifas aduaneras proteccionistas, etc. la "acumulación primitiva" crea en un polo al proletario "libre" y en el otro al poseedor del dinero, el capitalista.
marx caracteriza la "tendencia histórica de la acumulación capitalista" con las famosas palabras siguientes: "la expropiación del productor directo se lleva a cabo con el más despiadado vandalismo y bajo el acicate de las pasiones más infames, más sucias, más mezquinas y más desenfrenadas. la propiedad privada, fruto del propio trabajo [del campesino y del artesano], y basada, por decirlo así, en la compenetración del obrero individual e independiente con sus instrumentos y medios de trabajo, es desplazada por la propiedad privada capitalista, basada en la explotación de la fuerza de trabajo ajena, aunque formalmente libre [. . .]. ahora ya no se trata de expropiar al trabajador dueño de una economía independiente, sino de expropiar al capitalista explotador de numerosos obreros. esta expropiación la lleva a cabo el juego de las leyes inmanentes de la propia producción capitalista, la centralización de los capitales. Un capitalista derrota a otros muchos. paralelamente con esta centralización del capital o expropiación de muchos capitalistas por unos pocos, se desarrolla en una escala cada vez mayor la forma cooperativa del proceso de trabajo, la aplicación técnica conciente de la ciencia, la explotación planificada de la tierra, la trasformación de los medios de trabajo en medios de trabajo utilizables sólo colectivamente, la economía de todos los medios de producción al ser empleados como medios de producción de un trabajo combinado, social, la absorción de todos los países por la red del mercado mundial y, como consecuencia de esto, el carácter internacional del régimen capitalista. conforme disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas que usurpan y monopolizan todos los beneficios de este proceso de trasformación, crece la masa de la miseria, de la opresión, del esclavizamiento, de la degeneración, de la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera, que es aleccionada, unificada y organizada por el mecanismo del propio proceso capitalista de producción el monopolio del capital se convierte en grillete del modo de producción que ha crecido con él y bajo él. la centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que son ya incompatibles con su envoltura capitalista. esta envoltura estalla. suena la hora de la propiedad privada capitalista. los expropiadores son expropiados" (eI capital, t. I).
también es sumamente importante y nuevo el análisis que hace marx más adelante de la reproducción del capital social, considerado en su conjunto, en el tomo II de el capital. tampoco en este caso toma marx un fenómeno individual, sino de masas; no toma una parte fragmentaria de la economía de la sociedad, sino toda la economía en su conjunto. rectificando el error en que incurren los economistas clásicos antes mencionados, marx divide toda la producción social en dos grandes secciones:
1) producción de medios de producción y
2) producción de artículos de consumo.
y, apoyándose en cifras, analiza minuciosamente la circulación del capital social en su conjunto, tanto en la reproducción de envergadura anterior como en la acumulación. en el tomo III de el capital se resuelve, sobre la base de la ley del valor, el problema de la formación de la cuota media de ganancia. constituye un gran progreso en la ciencia económica el que marx parta siempre, en sus análisis, de los fenómenos económicos generales, del conjunto de la economía social, y no de casos aislados o de las manifestaciones superficiales de la competencia, que es a lo que suele limitarse la economía política vulgar o la moderna "teoría de la utilidad límite". marx analiza primero el origen de la plusvalía y luego pasa a ver su descomposición en ganancia, interés y renta del suelo. la ganancia es la relación de la plusvalía con todo el capital invertido en una empresa. el capital de "alta composición orgánica" (es decir, aquel en el cual el capital constante predomina sobre el variable en proporciones superiores a la media social) arroja una cuota de ganancia inferior a la cuota media. el capital de "baja composición orgánica" da, por el contrario, una cuota de ganancia superior a la media. la competencia entre los capitales, su libre paso de unas ramas de producción a otras, reducen en ambos casos la cuota de ganancia a la cuota media. la suma de los valores de todas las mercancías de una sociedad dada coincide con la suma de precios de estas mercancías; pero en las distintas empresas y en las diversas ramas de producción las mercancías, bajo la presión de la competencia, no se venden por su valor, sino por el precio de producción, que equivale al capital invertido más la ganancia media.
así, pues, un hecho conocido de todos, e indiscutible, es decir, el hecho de que los precios difieren de los valores y de que las ganancias se nivelan, lo explica marx perfectamente partiendo de la ley del valor, pues la suma de los valores de todas las mercancías coincide con la suma de sus precios. sin embargo, la reducción del valor (social) a los precios (individuales) no es una operación simple y directa, sino que sigue una vía indirecta y muy complicada: es perfectamente natural que en una sociedad de productores de mercancías dispersos, vinculados sólo por el mercado, las leyes que rigen esa sociedad no puedan manifestarse más que como leyes medias, sociales, generales, con una compensación mutua de las desviaciones individuales manifestadas en uno u otro sentido.
la elevación de la productividad del trabajo significa un incremento más rápido del capital constante en comparación con el variable. pero como la creación de plusvalía es función privativa de éste, se comprende que la cuota de ganancia (o sea, la relación que guarda la plusvalía con todo el capital, y no sólo con su parte variable) acuse una tendencia a la baja. marx analiza minuciosamente esta tendencia, así como las diversas circunstancias que la ocultan o contrarrestan. sin detenernos a exponer los capítulos extraordinariamente interesantes del tomo III, que estudian el capítulo usurario, comercial y financiero, pasaremos a lo esencial, a la teoría de la renta del suelo. debido a la limitación de la superficie de la tierra, que en los países capitalistas es ocupada enteramente por los propietarios particulares, el precio de producción de los productos agrícolas no lo determinan los gastos de producción en los terrenos de calidad media, sino en los de calidad inferior; no lo determinan las condiciones medias en que el producto se lleva al mercado, sino las condiciones peores. la diferencia existente entre este precio y el de producción en las tierras mejores (o en condiciones más favorables de producción) da lugar a una diferencia o renta diferencial. marx analiza detenidamente la renta diferencial y de muestra que brota de la diferente fertilidad del suelo, de la diferencia de los capitales invertidos en el cultivo de las tierras, poniendo totalmente al descubierto (véase también la teoría de la plusvalía, donde merece una atención especial la crítica que hace a rodbertus) el error de ricardo, según el cual la renta diferencial sólo se obtiene con el paso sucesivo de las tierras mejores a las peores. por el contrario, se dan también casos inversos: tierras de una clase determinada se trasforman en tierras de otra clase (gracias a los progresos de la técnica agrícola, a la expansión de las ciudades, etc.), por lo que la tristemente célebre "ley del rendimiento decreciente del suelo" es profundamente errónea y representa un intento de cargar sobre la naturaleza los defectos, las limitaciones y contradicciones del capitalismo. además, la igualdad de ganancias en todas las ramas de la industria y de la economía nacional presupone la plena libertad de competencia, la libertad de trasferir los capitales de una rama de producción a otra. pero la propiedad privada sobre el suelo crea un monopolio, que es un obstáculo para la libre trasferencia. en virtud de ese monopolio, los productos de la economía agrícola, que se distingue por una baja composición del capital y, en consecuencia, por una cuota de ganancia individual más alta, no entran en el proceso totalmente libre de nivelación de las cuotas de ganancia. el propietario de la tierra, como monopolista, puede mantener sus precios por encima del nivel medio, y este precio de monopolio origina la renta absoluta. la renta diferencial no puede ser abolida mientras exista el capitalismo; en cambio, la renta absoluta puede serlo; por ejemplo, cuando se nacionaliza la tierra, convirtiéndola en propiedad del estado. este paso significaría el socavamiento del monopolio de los propietarios privados, así como una aplicación más consecuente y plena de la libre competencia en la agricultura. por eso los burgueses radicales, advierte marx, han presentado repetidas veces a lo largo de la historia esta reivindicación burguesa progresista de la nacionalización de la tierra, que asusta, sin embargo, a la mayoría de los burgueses, pues "afecta" demasiado de cerca a otro monopolio mucho más importante y "sensible" en nuestros días: el monopolio de los medios de producción en general. (el propio marx expone en un lenguaje muy popular, conciso y claro su teoría de la ganancia media sobre el capital y de la renta absoluta del suelo, en la carta que dirige a engels el 2 de agosto de 1862. véase correspondencia, t. III, págs. 77-81, y también en las págs. 86-87, la carta del 9 de agosto de 1862.) para la historia de la renta del suelo resulta importante señalar el análisis en que marx demuestra cómo la trasformación de la renta en trabajo (cuando el campesino crea el plusproducto trabajando en la hacienda del terrateniente) en renta natural o renta en especie (cuando el campesino crea el plusproducto en su propia tierra, entregándolo luego al terrateniente bajo una "coerción extraeconómica"), después en renta en dinero (que es la misma renta en especie, sólo que convertida en dinero, el obrok, censo de la antigua rusia, en virtud del desarrollo de la producción de mercancías) y finalmente, en la renta capitalista, cuando en lugar del campesino es el patrono quien cultiva la tierra con ayuda del trabajo asalariado. en relación con este análisis de la "génesis de la renta capitalista del suelo", hay que señalar una serie de profundas ideas (que tienen una importancia especial para los países atrasados, como rusia) expuestas por marx acerca de la evolución del capitalismo en la agricultura."la trasformación de la renta natural en renta en dinero va, además, no sólo necesariamente acompaña da, sino incluso anticipada por la formación de una clase de jornaleros desposeídos, que se contratan por dinero. durante el período de nacimiento de dicha clase, en que ésta sólo aparece en forma esporádica, va desarrollándose, por lo tanto, necesariamente, en los campesinos mejor situados y sujetos a obrok, la costumbre de explotar por su cuenta a jornaleros agrícolas, del mismo modo que ya en la época feudal los campesinos más acomodados sujetos a vasallaje tenían a su servicio a otros vasallos. esto va permitiendoles acumular poco a poco cierta fortuna y convertirse en futuros capitalistas. de este modo va formándose entre los antiguos poseedores de la tierra que la trabajaban por su cuenta, un semillero de arrendatarios capitalistas, cuyo desarrollo se halla condicionado por el desarrollo general de la producción capitalista fuera del campo. . ." (el capital, t. III2a, 332). "la expropiación, el desahucio de una parte de la población rural no sólo 'libera' para el capital industrial a los obreros, sus medios de vida y sus materiales de trabajo, sino que además crea el mercado interior." (el capital, t. I2a, pág. 778). la depauperación y la ruina de la población del campo influyen, a su vez, en la formación del ejército industrial de reserva para el capital. en todo país capitalista "una parte de la población rural se encuentra constantemente en trance de trasformarse en población urbana o manufacturera [es decir, no agrícola]. esta fuente de superpoblación relativa flota constantemente [. . .]. el obrero agrícola se ve constantemente reducido al salario mínimo y vive siempre con un pie en el pantano del pauperismo" (el capital, I2a, 668). la propiedad privada del campesino sobre la tierra que cultiva es la base de la pequeña producción y la condición para que ésta florezca y adquiera una forma clásica. pero esa pequeña producción sólo es compatible con los límites estrechos y primitivos de la producción y de la sociedad. bajo el capitalismo "la explotación de los campesinos se distingue de la explotación del proletariado industrial sólo por la forma. el explotador es el mismo: el capital. Individualmente, los capitalistas explotan a los campesinos individuales por medio de la hipoteca y de la usura; la clase capitalista explota a la clase campesina por medio de los impuestos del estado" (las luchas de clases en francia ). "la parcela del campesino sólo es ya el pretexto que permite al capitalista extraer de la tierra ganancias, intereses y renta, dejando al agricultor que se las arregle para sacar como pueda su salario." (el diecíocho brumario.) habitualmente, el campesino entrega incluso a la sociedad capitalista, es decir, a la clase capitalista, una parte de su salario, descendiendo "al nivel del arrendatario irlandés, aunque en apariencia es un propietario privado" (las luchas de clases en francia ). ¿cuál es "una de las causas por las que en países en que predomina la propiedad parcelaria, el trigo se cotice a precio más bajo que en los países en que impera el régimen capitalista de producción"? (el capital, t. III 2a, 340). la causa es que el campesino entrega gratuitamente a la sociedad (es decir, a la clase capitalista) una parte del plusproducto. "estos bajos precios [del trigo y los demás productos agrícolas] son, pues, un resultado de la pobreza de los productores y no, ni mucho menos, consecuencia de la productividad de su trabajo" (el capital, t. III 2a, 340). bajo el capitalismo, la pequeña propiedad agraria, forma normal de la pequeña producción, degenera, se destruye y desaparece. "la pequeña propiedad agraria, por su propia naturaleza, es incompatible con el desarrollo de las fuerzas productivas sociales del trabajo, con las formas sociales del trabajo, con la concentración social de los capitales, con la ganadería en gran escala y con la utilización progresiva de la ciencia. la usura y el sistema de impuestos la conduce, inevitablemente, por doquier, a la ruina. el capital invertido en la compra de la tierra es sustraído al cultivo de ésta. dispersión infinita de los medios de producción y diseminación de los productores mismos. [las cooperativas, es decir, las asociaciones de pequeños campesinos, cumplen un extraordinario papel progresista desde el punto de vista burgués, pero sólo pueden conseguir atenuar esta tendencia, sin llegar a suprimirla; además, no se debe olvidar que estas cooperativas dan mucho a los campesinos acomodados y muy poco o casi nada a la masa de campesinos pobres, ni debe olvidarse tampoco que las propias asociaciones terminan por explotar el trabajo asalariado.] inmenso derroche de energía humana; empeoramiento progresivo de las condiciones de producción y encarecimiento de los medios de producción: tal es la ley de la [pequeña] propiedad parcelaria." en la agricultura, lo mismo que en la industria, el capitalismo sólo trasforma el proceso de producción a costa del "martirologio de los productores". "la dispersión de los obreros del campo en grandes superficies quebranta su fuerza de resistencia, al paso que la concentración robustece la fuerza de resistencia de los obreros de la ciudad. al igual que en la industria moderna, en la moderna agricultura, es decir en la capitalista, la intensificación de la fuerza productiva y la más rápida movilización del trabajo se consiguen a costa de devastar y agotar la fuerza obrera de trabajo. además, todos los progresos realizados por la agricultura capitalista no son solamente progresos en el arte de esquilmar al obrero, sino también en el arte de esquilmar la tierra [. . .]. por tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción, minando al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el hombre". (eI capital, t. I, final del capítulo XIII)

5.el socialismo
por lo expuesto, se ve que marx llega a la conclusión de que es inevitable la trasformación de la sociedad capitalista en socialista basándose única y exclusivamente en la ley económica del movimiento de la sociedad moderna. la socialización del trabajo, que avanza cada vez con mayor rapidez bajo miles de formas, y que durante el medio siglo trascurrido desde la muerte de marx se manifiesta en forma muy palpable en el incremento de la gran producción, de los cártels, los sindicatos y los trusts capitalistas, y en el gigantesco crecimiento del volumen y el poderío del capital financiero, es la base material más importante del advenimiento inevitable del socialismo. el motor intelectual y moral de esta trasformación, su agente físico, es el proletariado, educado por el propio capitalismo. su lucha contra la burguesía, que se manifiesta en las formas más diversas, y cada vez más ricas en contenido, se convierte inevitablemente en lucha política por la conquista de su propio poder político (la "dictadura del proletariado"). la socialización de la producción no puede dejar de conducir a la trasformación de los medios de producción en propiedad social, es decir, a la "expropiación de los expropiadores". la enorme elevación de la productividad del trabajo, la reducción de la jornada de trabajo y la sustitución de los vestigios, de las ruinas de la pequeña producción, primitiva y desperdigada, por el trabajo colectivo perfeccionado: tales son las consecuencias directas de esa trasformación. el capitalismo rompe de modo definitivo los vínculos de la agricultura con la industria pero a la vez, al llegar a la culminación de su desarrollo, prepara nuevos elementos para restablecer esos vínculos, la unión de la industria con la agricultura, sobre la base de la aplicación conciente de la ciencia, de la combinación del trabajo colectivo y de un nuevo reparto de la población (acabando con el abandono del campo, con su aislamiento del mundo y con el atraso de la población rural, como también con la aglomeración antinatural de gigantescas masas humanas en las grandes ciudades). las formas superiores del capitalismo actual preparan nuevas relaciones familiares, nuevas condiciones para la mujer y para la educación de las nuevas generaciones: el trabajo de las mujeres y de los niños, y la disolución de la familia patriarcal por el capitalismo, asumen inevitablemente en la sociedad moderna las formas más espantosas, miserables y repulsivas. no obstante, "la gran industria, al asignar a la mujer al joven y al niño de ambos sexos un papel decisivo en los procesos socialmente organizados de la producción, arrancándolos con ello a la órbita doméstica, crea las nuevas bases económicas para una forma superior de familia y de relaciones entre ambos sexos. tan necio es, naturalmente, considerar absoluta la forma cristiano-germánica de la familia, como lo sería atribuir ese carácter a la forma romana antigua, a la antigua forma griega o a la forma oriental, entre las cuales media, por lo demás, un lazo de continuidad histórica. y no es menos evidente que la existencia de un personal obrero combinado, en el que entran individuos de ambos sexos y de las más diversas edades, aunque hoy, en su forma capitalista primitiva y brutal, en que el obrero existe para el proceso de producción y no éste para el obrero, sea fuente apestosa de corrupción y esclavitud, bajo las condiciones que corresponden a este régimen necesariamente se trocará en fuente de evolución humana" (el capital, t. I, final del cap. XIII). del sistema fabril brota "el germen de la educación del porvenir en la que se combinará para todos los niños a partir de cierta edad el trabajo productivo con la enseñanza y la gimnasia, no sólo como método para intensificar la producción social, sino también como el único método que permite producir hombres plenamente desarrollados" (loc. cit.). sobre esa misma base histórica plantea el socialismo de marx los problemas de la nacionalidad y del estado, no limitándose a una explicación del pasado, sino previendo audazmente el porvenir y en el sentido de una intrépida actuación práctica encaminada a su realización. los estados nacionales son el fruto inevitable y, además, una forma inevitable de la época burguesa de desarrollo de la sociedad. y la clase obrera no podía fortalecerse, alcanzar su madurez y formarse, sin "organizarse en el marco de la nación", sin ser "nacional" ("aunque de ningún modo en el sentido burgués"). pero el desarrollo del capitalismo va destruyendo cada vez más las barreras nacionales, pone fin al aislamiento nacional y sustituye los antagonismos nacionales por los antagonismos de clase. por eso es una verdad innegable que en los países capitalistas adelantados "los obreros no tienen patria" y que la "conjunción de los esfuerzos" de los obreros, al menos de los países civilizados, "es una de las primeras condiciones de la emancipación del proletariado" (manifiesto comunista). el estado, es decir, la violencia organizada, surgió inevitablemente en determinada fase del desarrollo social, cuando la sociedad se dividió en clases antagónicas y su existencia se hubiera hecho imposible sin un "poder" situado, aparentemente, por encima de la sociedad y hasta cierto punto seperado de ella. el estado, fruto de los antagonismos de la clase, se convierte en "el estado de la clase más poderosa, de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de él, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida. así, el estado de la antiguedad era, ante todo, el estado de los esclavistas, para tener sometidos a los esclavos; el estado feudal era el órgano de que se valía la nobleza para tener sujetos a los campesinos siervos, y el moderno estado representativo es el instrumento de que se sirve el capital para explotar el trabajo asalariado" (engels, el origen de la familia, la propiedad privada y el estado, obra en la que el autor expone sus propias ideas y las de marx). incluso la forma más libre y progresista del estado burgués, la república democrática, no suprime de ningún modo este hecho; lo único que hace es variar su forma (vínculos del gobierno con la bolsa, corrupción -directa o indirecta- de los funcionarios y de la prensa, etc.). el socialismo, que conduce a la abolición de las clases, conduce con ello a la supresión del estado. "el primer acto -escribe engels en su anti-dühring- en que el estado se manifiesta efectivamente como representante de la sociedad, la expropiación de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como estado. la intervención del poder del estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y cesará por sí misma. el gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. el estado no será 'abolido'i se extinguirá." "la sociedad, reorganizando de un modo nuevo la producción sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviará toda la máquina del estado al iugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antiguedades, junto a la rueca y al hacha de bronce" (f. engels, el origen de la familia, la propiedad privada y el estado.)
por último, en relación con el problema de la actitud del socialismo de marx hacia los pequeños campesinos, que seguirán existiendo en la época de la expropiación de los expropiadores, debemos señalar unas palabras de engels, que expresan a su vez las ideas de marx: "cuando tengamos en nuestras manos el poder estatal, no podremos pensar en expropiar violentamente a los pequeños campesinos (con indemnización o sin ella) como habrá que hacerlo con los grandes terratenientes. con respecto a los pequeños campesinos, nuestra misión consistirá, ante todo, en encauzar su producción individual y su propiedad privada hacia un régimen cooperativo, no de un modo violento, sino mediante el ejemplo y ofreciéndoles la ayuda social para este fin. y entonces es indudable que nos sobrarán medios para hacer ver al campesino todas las ventajas que le dará semejante paso, ventajas que le deben ser explicadas desde ahora"[7] (engels, el problema agrario en occidente, ed. de alexéieva, pág. 17; la trad. rusa contiene errores. véase el original en neue zeit ).

6. la táctica de la lucha de clase del proletariado
después de esclarecer, ya en los años 1844-1845, uno de los defectos fundamentales del antiguo materialismo, que consiste en no comprender las condiciones de la actividad revolucionaria práctica, ni apreciar su importancia, marx consagra, a lo largo de su vida, una intensa atención, a la vez que a los trabajos teóricos, a los problemas tácticos de la lucha de clase del proletariado todas las obras de marx, y en particular los cuatro volúmenes de su correspondencia con engels, publicados en 1913, nos ofrecen a este respecto una documentación copiosísima. estos documentos distan mucho de estar debidamente recopilados, sistematizados, estudiados y analizados. por eso tendremos que limitarnos aquí exclusivamente a algunas observaciones muy generales y breves, subrayando que el materialismo, despojado de este aspecto, era justamente para marx un materialismo a medias, unilateral, sin vida. marx trazó el objetivo fundamental de la táctica del proletariado en rigurosa consonancia con todas las premisas de su concepción materialista dialéctica del mundo. sólo considerando en forma objetiva el conjunto de las relaciones mutuas de todas las clases, sin excepción, de una sociedad dada, y teniendo en cuenta, por lo tanto, el grado objetivo de desarrollo de esta sociedad y sus relaciones mutuas y con otras sociedades, podemos disponer de una base que nos permita trazar certeramente la táctica de la clase de vanguardia. a este respecto, todas las clases y todos los países se examinan de un modo dinámico, no estático; es decir, no como algo inmóvil, sino en movimiento (movimiento cuyas leyes emanan de las condiciones económicas de vida de cada clase). a su vez, el movimiento se estudia, no sólo desde el punto de vista del pasado, sino también del porvenir, y, además, no con el criterio vulgar de los "evolucionistas", que sólo ven los cambios lentos, sino dialécticamente: "en desarrollos de tal magnitud, veinte años son más que un día -escribía marx a engels-, aun cuando en el futuro puedan venir días en que estén corporizados veinte años". (correspondencia, t. III, pág. 127)[8]. la táctica del proletariado debe tener presente, en cada grado de desarrollo, en cada momento, esta dialéctica objetivamente inevitable de la historia humana; por una parte, aprovechando las épocas de estancamiento político o de desarrollo a paso de tortuga -- la llamada evolución "pacífica" -- para elevar la conciencia, la fuerza y la capacidad combativa de la clase avanzada, y por otra parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia el "objetivo final" del movimiento de dicha clase capacitándola para resolver prácticamente las grandes tareas de los grandes días "en que estén corporizados veinte años". sobre esta cuestión hay dos apreciaciones de marx que tienen gran importancia: una, de la miseria de la filosofia, se refiere a la lucha económica y a las organizaciones económicas del proletariado; la otra es del manifiesto comunista y se refiere a sus tareas políticas. la primera dice así: "la gran industria concentra en un solo lugar una multitud de personas que se desconocen entre sí. la competencia divide sus intereses. pero la defensa de su salario, es decir, este interés común frente a su patrono, los une en una idea común de resistencia, de coalición [. . .]. las coaliciones, al principio aisladas, forman grupos y la defensa de sus asociaciones frente al capital, siempre unido, acaba siendo para los obreros más necesaria que la defensa de sus salarios [. . .]. en esta lucha, que es una verdadera guerra civil, se van aglutinando y desarrollando todos los elementos para la batalla futura. al llegar a este punto, la coalición adquiere un carácter político". he aquí, ante nosotros, el programa y la táctica de la lucha económica y del movimiento sindical para varios decenios, para toda la larga época durante la cual el proletariado prepara sus fuerzas "para la batalla futura". compárese esto con los numerosos ejemplos que marx y engels sacan del movimiento obrero inglés, de cómo la "prosperidad" industrial da lugar a intentos de "comprar al proletariado" (correspondencia con engels, t. I, pág. 136)[9] y de apartarlo de la lucha ¡ de cómo esta prosperidad en general "desmoraliza a los obreros" (II, 218); de cómo "se aburguesa" el proletariado inglés y de cómo "la más burguesa de las naciones [inglaterra], aparentementlo tiende a poseer una aristocracia burguesa y un proletariado burgués, además de una burguesía" (II, 290)[10]; de cómo desaparece la "energía revolucionaria" del proletariado inglés (III, 124); de cómo habrá que esperar más o menos tiempo hasta que "los obreros ingleses se libren de su aparente contaminación burguesa" (III, 127); de cómo al movimiento obrero inglés le falta "el ardor de los cartistas [11]" (1866; III, 305)[12]; de cómo los líderes de los obreros ingleses forman un tipo medio entre burgués radical y obrero" (caracterización que se refiere a holyoake, IV, 209); de cómo, en virtud de la posición monopolista de Inglaterra y mientras subsista este monopolio, "no hay nada que hacer con el obrero inglés" (IV, 433)[13]. la táctica de la lucha económica en relación con la marcha general (y con el desenlace ) del movimiento obrero se examina aquí desde un punto de vista admirablemente amplio, universal, dialéctico y verdaderamente revolucionario.
l manifiesto comunista establece la siguiente tesis fundamental del marxismo sobre la táctica de la lucha política: "los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero al mismo tiempo defienden también, dentro del movimiento actual, el porvenir de este movimiento". por eso marx apoyó en 1848, en polonia, al partido de la "revolución agraria", es decir, al "partido que hizo en 1846 la insurrección de cracovia" en alemania, marx apoyó en 1843-1849 a la democracia revolucionaria extrema, sin que jamás tuviera que retractarse de lo que entonces dijo en materia de táctica. la burguesía alemana era para él un elemento "inclinado desde el primer instante a traicionar al pueblo [sólo la alianza con los campesinos hubiera permitido a la burguesía alcanzar plenamente sus objetivos] y a llegar a un compromiso con los representantes coronados de la vieja sociedad". he aquí el análisis final hecho por marx acerca de la posición de clase de la burguesía alemana en la época de la revolución democrático-burguesa. este análisis es, entre otras cosas, un modelo de materialismo que enfoca a la sociedad en movimiento y, por cierto, no sólo desde el lado del movimiento que mira hacia atrás : ". . . sin fe en sí misma y sin fe en el pueblo; gruñendo contra los de arriba y temblando ante los de abajo; [. . .] empavorecida ante la tempestad mundial; [. . .] sin energía en ningún sentido y plagiando en todos; [. . .] sin iniciativa; [. . .] un viejo maldito que está condenado a dirigir y a desviar, en su propio interés senil, los primeros impulsos juveniles de un pueblo robusto [. . .]" (nueva gaceta del Rin, 1848; véase la herencia literaria, t. III, pág. 212)[14]. unos veinte años después, en carta dirigida a engels (III, 224), decía marx que la causa del fracaso de la revolución de 1848 era que la burguesía había preferido la paz con esclavitud a la simple perspectiva de una lucha por la libertad. al cerrarse el período de la revolución de 1848-1849, marx se alzó contra los que se empeñaban en seguir jugando a la revolución (lucha contra schapper y willich), sosteniendo la necesidad de saber trabajar en la época nueva, en la fase de la preparación, aparentemente "pacífica", de nuevas revoluciones. En el siguiente pasaje, en el que enjuicia la situación alemana en los tiempos de la más negra reacción, en 1856; se muestra en qué sentido pedía marx que se encauzara esta labor: "todo el asunto dependerá en alemania de la posibilidad de cubrir la retaguardia de la revolución proletaria mediante una segunda edición de la guerra campesina" (correspondencia con engels, t. II, pág. 108)[15]. mientras en alemania no se llevó a término la revolución democrática (burguesa), marx concentró toda su atención, en lo referente a la táctica del proletariado socialista, en impulsar la energía democrática de los campesinos. opinaba que la actitud de lassalle era, "objetivamente, una traición al movimiento obrero en beneficio de prusia" (III, 210), entre otras cosas porque se mostraba demasiado indulgente con los terratenientes y el nacionalismo prusiano. "en un país agrario -- escribía engels en 1865, en un cambio de impresiones con marx a propósito de una proyectada declaración conjunta a la prensa -es una vileza alzarse únicamente contra la burguesía en nombre del proletariado industrial, olvidando por completo la patriarcal 'explotación a palos' de los obreros agrícolas por parte de la nobleza feudal" (t. III, 217)[16]. en el período de 1864 a 1870, cuando tocaba a su fin la época en que culminó la revolución democrático-burguesa de alemania, la época en que las clases explotadoras de prusia y austria luchaban en torno a los medios para llevar a término esta revolución desde arriba, marx no sólo condenó la conducta de lassalle por sus coqueterías con bismarck, sino que llamó al orden a liebknecht, que se había dejado ganar por la "austrofilia" y defendía el particularismo. marx exigía una táctica revolucionaria que combatiese implacablemente tanto a bismarck como a los austrófilos, una táctica que no se acomodara al "vencedor", al junker prusiano, sino que reanudase inmediatamente la lucha revolucionaria contra él, incluso en la situación creada por las victorias militares de prusia (correspondencia con engels, III, 134, 136, 147, 179, 204, 210, 215, 418, 437, 440-441)[17]. en el famoso llamamiento de la internacional del 9 de septiembre de 1870, marx prevenía al proletariado francés contra un alzamiento prematuro; no obstante, cuando éste se produjo, a pesar de todo, en 1871, acogió con entusiasmo la iniciativa revolucionaria de las masas que "tomaban el cielo por asalto" (carta de marx a kugelmann). en esta situación, como en muchas otras, la derrota de la acción revolucionaria representaba, desde el punto de vista del materialismo dialéctico que sustentaba marx, un mal menor en la marcha general y en el desenlace de la lucha proletaria, en comparación con lo que hubiela representado el abandono de las posiciones ya conquistadas, es decir, la capitulación sin lucha. esta capitulación habría desmoralizado al proletariado y mermado su combatividad. marx, que apreciaba en todo su valor el empleo de los medios legales de lucha en los períodos de estancamiento político y de dominio de la legalidad burguesa, condenó severamente, en los años de 1877-1878, después de promulgarse la ley de excepción contra los socialistas, las "frases revolucionarias" de most; pero combatió con no menos energía, tal vez con más vigor, el oportunismo que por entonces se había adueñado temporalmente del partido socialdemócrata oficial, que no había sabido dar pruebas inmediatas de firmeza, decisión, espíritu revolucionario y disposición a pasar a la lucha ilegal en respuesta a la ley de excepción (cartas de marx a engels, IV, 397, 404, 418, 422 y 424.[18] véanse también las cartas a sorge).

[*] kustares : productores de objetos industriales que trabajaban para el mercado.


1. v. i. lenin empezó a escribir el artículo "carlos marx" -destinado al diccionario enciclopédico de la sociedad granat hnos.- en la primavera de 1914, en poronin (galitzia), y lo terminó en noviembre de 1914 en berna (suiza). en el prólogo a la edición de 1918 de este artículo (aparecida como separata), lenin cree recordar el año 1913 como fecha en que fue escrito.
apareció por primera vez en 1915, en el diccionario, con la firma de v. ilín, seguido de una "bibliografía del marxismo". teniendo en cuenta la censura, la redacción prescindió de dos capítulos -"el socialismo" y "la táctica de la lucha de clase del proletariado"- e introdujo una serie de modificaciones en el texto.
en 1918, la editorial pribói publicó este trabajo, con el prólogo de v. i. lenin, en forma de folleto, reproduciendo el texto que había aparecido en el diccionatio, pero sin la "bibliografía del marxismo".
el texto completo del artículo, según el manuscrito, fue publicado por primera vez en 1925, en marx-engels-marxismo, recopilación de artículos preparada por el Instituto lenin, anejo al c.c. del p.c.(b) de rusia.
2. véase ludwig feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (c. marx y f. engels, obras completas, t. XXI.)
3. véanse la carta de marx a a. ruge de septiembre de 1843 (c. marx y f. engels, obras completas, t. I.) y "Introducción de la Contribución a la crítica de la filosofía del derecho, de hegel ". (loc. cit.)
4. el partido de la pequeña burguesia "la montaña" organizó, el 13 de junio de 1849, una manifestación pacífica en parís para protestar contra la intervención del gobierno, que había enviado al ejército francés a aplastar una revolución en italia, pisoteando asi la constitución de la república francesa. esta constitucion prohibe utilizar el ejército francés para oponerse contra la libertad de otros pueblos. la manifestación fue disuelta por el ejército. este fracaso confirmó la bancarrota del democratismo de la pequeña burguesia francesa. después del 13 de junio, las autoridades empezaron a perseguir a los demócratas, emigrados incluidos.
5. véase c. marx y f. engels, obras completas, t. XIV.
6. se alude a ludwig feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (c. marx y f. engels, obras Completas, t. XXI.)
7. véase el problema campesino en francia y en alemania (c. marx y f. engels, obras completas, t. XXII.)
8. véase la carta de marx a engels del 9 de abril de 1863.
9. véase la carta de engels a marx del 5 de febrero de 1851.
10. véanse la carta de engels a marx del 17 de diciembre de 1857 y la del 7 de octubre de 1858.>
11. se refiere a los participantes del movimiento constitucionalista de la década 30 a la 40 del siglo XIX. este es primer movimiento de masas con una intención politica.
12. véanse la carta de engels a marx del 8 de abril de 1863, la de marx a engels del 9 de abril de 1863 y la del 2 de abril de 1866.
13. véanse las cartas de engels a marx del 19 de noviembre de 1869 y del 11 de agosto de 1881.
14. véase la burguesia y la contrarrevolución. (c. marx y f. engels, obras completas, t. VI, pág. 127.)
15. véase la carta de marx a engels del 16 de abril de 1856.
16. véanse las cartas de engels a marx del 27 de enero de 1865 y del 5 de febrero de 1865.
17. véanse las siguientes cartas: la de engels a marx del 11 de junio de 1863, la de marx a engels del 12 de junio de 1863, la de engels a marx del 24 de noviembre de 1863, y la fechada el 4 de septiembre de 1864; la carta de marx a engels del 10 de diciembre de 1864, la de engels a marx del 27 de enero de 1865, la de marx a engels del 3 de febrero de 1865, las de engels a marx con fecha del 22 de octubre de 1867, y la fechada el 6 de diciembre de 1867 y la carta de marx a engels del 17 de diciembre de 1867.
18. véanse las siguientes cartas: de marx a engels el 23 de julio de 1877 y el 1 de agosto de 1877; de engels a marx el 20 de agosto de 1879, el 9 de septiembre de 1879 y de marx a engels el 10 de septiembre de 1879.


*escrito entre julio y noviembre de 1914.
publicado por primera vez en 1915, en el diccionario enciclopedico granat, 7a edición, tomo XXVIII.
de acuerdo al manuscrito.
publicado en 1918 en el folleto: n. lenin, karl marx, ed. priboi, moscú.