LVI - la virtud maravillosa
el que sabe no habla.
el que habla no sabe.
mantén cerrada tu boca.
cierra tus puertas.
desafila lo cortante.
desenmaraña los nudos.
suaviza el resplandor.
adáptate a tu polvo.
esto es identificarse con el misterio.
no lo realizas acercándote a él,
ni lo realizas rechazándolo.
no lo realizas ganándolo,
ni lo realizas perdiéndolo.
por lo tanto:
no hay nada que pueda superarlo.
jueves, 20 de enero de 2011
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