domingo, 23 de agosto de 2009

Antonin Artaud aportado por Pia Risi



El teatro desata conflictos, libera fuerzas, desencadena posibilidades y si esas fuerzas y esas posibilidades son oscuras, no son la peste o el teatro los culpables, sino la vida


“… Reconozcamos que lo que se ha dicho ya no se dice más, que una expresión no vale dos veces, no vive dos veces, que toda palabra pronunciada está muerta y que sólo obra en el momento en que se la pronuncia, que una forma ya empleada no sirve más y que sólo invita a encontrar otra, y que el teatro es el único lugar del mundo en que el gesto hecho no se hace dos veces.…


Si el pueblo ha perdido el hábito de ir al teatro, si todos hemos terminado por considerar al teatro un arte inferior, un medio de distracción vulgar, y por utilizarlo como receptáculo de nuestros malos instintos, es porque se nos han dicho reiteradamente qué era el teatro, es decir, una mentira y una ilusión. Es porque nos han habituado desde hace cuatrocientos años, es decir, desde el Renacimiento, a un teatro puramente descriptivo y que relata, que es una crónica de la psicología.Es porque nos hemos ingeniado para hacer vivir en la escena seres plausibles pero distanciados, con el espectáculo de un lado y el público del otro… y porque ya no le hemos mostrado al pueblo el espejo de sí mismo.…

No soy de aquellos que creen que la civilización debe cambiar para que el teatro cambie; pero creo que el teatro utilizado en un sentido superior y que sea el más difícil posible puede influir sobre el aspecto y sobre la formación de las cosas: y el acercamiento en escena de dos manifestaciones pasionales, de dos fuegos vivientes, de dos magnetismos nerviosos, es algo tan íntegro, tan verdadero e incluso tan determinante como es, en la vida, el acercamiento de dos epidermis en un estupro sin mañana.Por eso propongo un teatro de la crueldad……

“teatro de la crueldad” quiere decir teatro difícil y cruel en primer lugar para mí mismo. Y, en el plano de la representación, no se trata de esa crueldad que podemos ejercer unos contra otros despedazando nuestros cuerpos… sino de aquella crueldad mucho más terrible y necesaria que las cosas pueden ejercer contra nosotros. …

Por eso en el “teatro de la crueldad” el espectador está en el centro y el espectáculo lo rodea. En ese espectáculo la sonorización es constante: los sonidos, los ruidos, los gritos son elegidos en primer lugar por su cualidad vibratoria, y después por lo que representan.


“… Reconozcamos que lo que se ha dicho ya no se dice más, que una expresión no vale dos veces, no vive dos veces, que toda palabra pronunciada está muerta y que sólo obra en el momento en que se la pronuncia, que una forma ya empleada no sirve más y que sólo invita a encontrar otra, y que el teatro es el único lugar del mundo en que el gesto hecho no se hace dos veces.… Si el pueblo ha perdido el hábito de ir al teatro, si todos hemos terminado por considerar al teatro un arte inferior, un medio de distracción vulgar, y por utilizarlo como receptáculo de nuestros malos instintos, es porque se nos han dicho reiteradamente qué era el teatro, es decir, una mentira y una ilusión. Es porque nos han habituado desde hace cuatrocientos años, es decir, desde el Renacimiento, a un teatro puramente descriptivo y que relata, que es una crónica de la psicología.Es porque nos hemos ingeniado para hacer vivir en la escena seres plausibles pero distanciados, con el espectáculo de un lado y el público del otro… y porque ya no le hemos mostrado al pueblo el espejo de sí mismo.…No soy de aquellos que creen que la civilización debe cambiar para que el teatro cambie; pero creo que el teatro utilizado en un sentido superior y que sea el más difícil posible puede influir sobre el aspecto y sobre la formación de las cosas: y el acercamiento en escena de dos manifestaciones pasionales, de dos fuegos vivientes, de dos magnetismos nerviosos, es algo tan íntegro, tan verdadero e incluso tan determinante como es, en la vida, el acercamiento de dos epidermis en un estupro sin mañana.Por eso propongo un teatro de la crueldad…… “teatro de la crueldad” quiere decir teatro difícil y cruel en primer lugar para mí mismo. Y, en el plano de la representación, no se trata de esa crueldad que podemos ejercer unos contra otros despedazando nuestros cuerpos… sino de aquella crueldad mucho más terrible y necesaria que las cosas pueden ejercer contra nosotros. … Por eso en el “teatro de la crueldad” el espectador está en el centro y el espectáculo lo rodea. En ese espectáculo la sonorización es constante: los sonidos, los ruidos, los gritos son elegidos en primer lugar por su cualidad vibratoria, y después por lo que representan.”“El teatro…desata conflictos, libera fuerzas, desencadena posibilidades, y si esas posibilidades y esas fuerzas son oscuras no son la peste o el teatro los culpables, sino la vida”Antonin Artaud “… Reconozcamos que lo que se ha dicho ya no se dice más, que una expresión no vale dos veces, no vive dos veces, que toda palabra pronunciada está muerta y que sólo obra en el momento en que se la pronuncia, que una forma ya empleada no sirve más y que sólo invita a encontrar otra, y que el teatro es el único lugar del mundo en que el gesto hecho no se hace dos veces.… Si el pueblo ha perdido el hábito de ir al teatro, si todos hemos terminado por considerar al teatro un arte inferior, un medio de distracción vulgar, y por utilizarlo como receptáculo de nuestros malos instintos, es porque se nos han dicho reiteradamente qué era el teatro, es decir, una mentira y una ilusión. Es porque nos han habituado desde hace cuatrocientos años, es decir, desde el Renacimiento, a un teatro puramente descriptivo y que relata, que es una crónica de la psicología.Es porque nos hemos ingeniado para hacer vivir en la escena seres plausibles pero distanciados, con el espectáculo de un lado y el público del otro… y porque ya no le hemos mostrado al pueblo el espejo de sí mismo.…No soy de aquellos que creen que la civilización debe cambiar para que el teatro cambie; pero creo que el teatro utilizado en un sentido superior y que sea el más difícil posible puede influir sobre el aspecto y sobre la formación de las cosas: y el acercamiento en escena de dos manifestaciones pasionales, de dos fuegos vivientes, de dos magnetismos nerviosos, es algo tan íntegro, tan verdadero e incluso tan determinante como es, en la vida, el acercamiento de dos epidermis en un estupro sin mañana.Por eso propongo un teatro de la crueldad…… “teatro de la crueldad” quiere decir teatro difícil y cruel en primer lugar para mí mismo. Y, en el plano de la representación, no se trata de esa crueldad que podemos ejercer unos contra otros despedazando nuestros cuerpos… sino de aquella crueldad mucho más terrible y necesaria que las cosas pueden ejercer contra nosotros. … Por eso en el “teatro de la crueldad” el espectador está en el centro y el espectáculo lo rodea. En ese espectáculo la sonorización es constante: los sonidos, los ruidos, los gritos son elegidos en primer lugar por su cualidad vibratoria, y después por lo que representan.”““… Reconozcamos que lo que se ha dicho ya no se dice más, que una expresión no vale dos veces, no vive dos veces, que toda palabra pronunciada está muerta y que sólo obra en el momento en que se la pronuncia, que una forma ya empleada no sirve más y que sólo invita a encontrar otra, y que el teatro es el único lugar del mundo en que el gesto hecho no se hace dos veces.… Si el pueblo ha perdido el hábito de ir al teatro, si todos hemos terminado por considerar al teatro un arte inferior, un medio de distracción vulgar, y por utilizarlo como receptáculo de nuestros malos instintos, es porque se nos han dicho reiteradamente qué era el teatro, es decir, una mentira y una ilusión. Es porque nos han habituado desde hace cuatrocientos años, es decir, desde el Renacimiento, a un teatro puramente descriptivo y que relata, que es una crónica de la psicología.Es porque nos hemos ingeniado para hacer vivir en la escena seres plausibles pero distanciados, con el espectáculo de un lado y el público del otro… y porque ya no le hemos mostrado al pueblo el espejo de sí mismo.…No soy de aquellos que creen que la civilización debe cambiar para que el teatro cambie; pero creo que el teatro utilizado en un sentido superior y que sea el más difícil posible puede influir sobre el aspecto y sobre la formación de las cosas: y el acercamiento en escena de dos manifestaciones pasionales, de dos fuegos vivientes, de dos magnetismos nerviosos, es algo tan íntegro, tan verdadero e incluso tan determinante como es, en la vida, el acercamiento de dos epidermis en un estupro sin mañana.Por eso propongo un teatro de la crueldad…… “teatro de la crueldad” quiere decir teatro difícil y cruel en primer lugar para mí mismo. Y, en el plano de la representación, no se trata de esa crueldad que podemos ejercer unos contra otros despedazando nuestros cuerpos… sino de aquella crueldad mucho más terrible y necesaria que las cosas pueden ejercer contra nosotros. … Por eso en el “teatro de la crueldad” el espectador está en el centro y el espectáculo lo rodea. En ese espectáculo la sonorización es constante: los sonidos, los ruidos, los gritos son elegidos en primer lugar por su cualidad vibratoria, y después por lo que representan.”

Antonin Artaud

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