viernes, 24 de junio de 2011

heiner müller (alemania, 1929 - 1995) // entrevista de didier méreuze, bobigny, 1987

en bobigny, bajo la dirección de jean jourdheuil, heiner müller asiste al estreno de su última producción en francia, paisaje bajo vigilancia.

enfrentar al espectador con el vacio

compartida por andré wilms -descifrador-narrador, y tal vez el doble del mismo heiner müller, superado y bruscamente absorbido por la vida propia de este cuadro que él describe y que le interrumpe, le atropella y le transporta en su propia realidad- y por evelyne didi, la "mujer" del cuadro que irrumpe por un efecto mágico desde "fuera", desde la parte exterior, por una puerta que se abre para dejar ver las torres de la ciudad y sus luces, y al mismo tiempo el reino de los muertos-, la palabra se escapa, se desdobla, se multiplica, fluye y vuelve sin cacofonía, por encima de la multiplicidad de las voces en "off" o grabadas, en la fusión y la confusión de las voces en directo, de los tonos, de las fuentes sonoras y de las miradas, huidiza, inevitable, entrecortado por turbias resonancias... mientras, a través de lo que pudiera aparecer como un simple juego para intelectuales, se pone en tela de juicio el planteamiento de las discordancias, del principio de unidad de lo visto, oído, entendido, sentido y el de la pérdida de lo real. mientras, frente a la descripción de este cuadro imaginario, donde lo visible y lo invisible se encuentran para desconectar mejor, el espectador, no tiene otra posibilidad que el enfrentamiento con el vacío...

- heiner müller:  para escribir el texto -explica- elegí un punto de partida que era la imagen de una estudiante. me pregunté qué pasaría cuando la pusiera en el papel, ya que no había sido creada por mí, cuando hiciese que explotase en una especie de juego de asociaciones de palabras e ideas surrealistas.
de hecho, llegado a cierto punto, me di cuenta de que no podía avanzar más. hasta que una noche me puse a la máquina. había bebido bastante y empecé a escribir sin más. entonces, fue cuando, algo en mí, muy profundo y muy íntimo, que me inhibía, se soltó. a raíz de esto el texto se pudo construir, porque había logrado superar un punto imposible de superar por la única reflexión, o el análisis. tal vez sea esto lo que da al espectador la impresión de que pisa un suelo siempre inseguro, de que se le da un pedazo de tierra donde poner el pie para quitárselo acto seguido... 
- didier méreuze:  representado en un teatro, paísaje bajo vigilancia, no se asemeja a una obra de teatro. nos tentaría más hablar de ensayo. esta es una de las constantes de su escritura, siempre al margen de la escritura tradicional...
- heiner müller: es cierto que la forma tradicional de la escritura en el teatro es el diálogo. pero no es menos cierto que esta forma dialogada está en crisis desde hace mucho tiempo. desde brecht e incluso desde hindekind... es un fenómeno que corresponde al estado de la sociedad. por otra parte, observamos que este regreso a formas próximas a las de ibsen o de strindberg, al que venimos asistiendo hoy en día, corresponde a una especie de nostalgia, a un deseo de volver a encontrar las formas de escritura que el siglo XIX no permite hallar.
dicho esto, no tengo nada en contra de la forma dialogada. Incluso estoy ahora escribiendo una obra construida bajo este modelo. pero usted tiene razón, siempre consideré lo que he escrito ante todo como ensayo".
- didier méreuze: su teatro es un teatro anclado en la Historia. ¿Es indispensable pasar por la Historia para hablar del hombre de hoy?
- heiner müller: el teatro es, por definición, historia. no es más que la similitud del presente, del pasado, del futuro. y esto cobra más importancia todavía si tenemos en cuenta el hecho de que estamos en el fin de una época, en un período de articulación e ignoramos si le seguirá otro igual o si terminará con un apocalipsis, un cataclismo nuclear por ejemplo.

el terreno de los mitos

- didier méreuze: tro hecho asombroso en sus obras es el frecuente retorno a los orígenes de la tragedia griega, a los grandes temas y a los grandes mitos de la Antigüedad...
- heiner müller: es una impresión que sólo se justifica en parte y que viene del hecho de que, en occidente, sólo se conozca una parte de mi obra. en realidad esto es olvidar todo lo que escribí en relación directa con la historia de alemania, y más particularmente de la rda.
dicho esto es evidente que el teatro relacionado con la antigüedad tiene una resonancia mayor, porque tiene su fundamento en una cultura que funciona como una especie de "esperanto". se trata de una temática que todo el mundo conoce y por consecuencia una actualidad que ha sido cargada de mitos tiene más aceptación por parte del público. volvemos a encontrar este proceso en muchos creadores, empezando, por ejemplo, por picasso, que se inspiró en los grandes temas mitológicos.
- didier méreuze:  ¿es su teatro un teatro sombrío, y sin "esperanza"?
- heiner müller: podría contestarle que el hecho de que siga escribiendo demuestra que no soy tan pesimista como se dice. en realidad habría que comprobar qué encubren los conceptos de "esperanza" y "desesperanza". para los griegos no tenían ningún sentido. adquirieron un significado cuando se elaboraron las religiones -en particular el cristianismo-. pero esto no significa que sean indispensables. incluso pienso que estar sin "esperanza" o "desesperanza", esto es la vida y que estos conceptos -o el sentimiento de su necesidad-, son la negación del vivir. para agudizar la polémica e cincluso afirmar que toda clase de religión es una negación de la vida.
- didier méreuze: ¿qué quiere usted decir?
- heiner müller: que las religiones aparecen como una terapia a esta conciencia que tenemos de ser mortales. su punto de partida es saber qué tratamiento dar a la muerte, como convertirla en algo aceptable. y, paradójicamente, recordando el pensamiento de erhenbourg, podemos decir que la verdadera tragedia del hombre empieza en un mundo del socialismo totalmente aplicado, donde no hay problemas económicos ni sociales. porque a partir del momento en que la vida se ha convertido en algo grato, ya no hay motivos para resignarse a que tenga un fin.
- didier méreuze: ¿qué piensa del éxito cosechado por su teatro en occidente?
- heiner müller: hay que hacer una distinción entre "éxito" e "impacto". en las sociedades occidentales, los éxitos son un medio de aniquilar el impacto. si se representan menos mis obras en la rda o en otros países socialistas que aquí, es que allí tienen mucho más impacto.
la función del teatro es mucho más evidente en la rda, por lo menos en el plano sociológico. su papel esencial es volver a plantear y hacer la crítica de las necesidades heredadas de la sociedad capitalista y la búsqueda de nuevos motores, nuevo valores.
dicho esto, si empiezo a tener éxito en la rda, me da qué pensar. esto significa que tengo que cambiar algo...
- didier méreuze: se califica a menudo su teatro de "elitista". ¿esto le molesta?
- heiner müller: en absoluto. con la condición de que se defina muy precisamente que es lo que se entiende por elitista. en rasgos generales podemos decir que en una sociedad socialista el principio básico es ampliar la élite. en las sociedades occidentales ocurre todo lo contrario. por razones, en parte económicas, las élites tienden a concentrarse sobre si mismas.
de todas dormas, la función del arte -y más precisamente la del teatro- no es la de juntar gentes. el público, por definición, es heterogéneo. no busco el consenso, ni ambiciono conquistar todo el público, sino al contrario, provocar la división y la oposición entre la gente. es necesario que una parte aplauda y la otra resulte escandalizada. si no, significa que ya no hay nada que decir.

los textos son máscaras

- didier méreuze:  ¿no tiene usted la mística del "teatro popular"?
- heiner müller: el pueblo que constituiría este teatro ya no existe.
- didier méreuze: ¿cuál es el estatus del autor? ¿poeta o casandra?
- heiner müller: "los textos son máscaras y detrás de estas máscaras, no hay nada". esta es una buen a definición del teatro. si algo puede perfilarse detrás, sólo puede ser gracias al diálogo con el público. lo que cuenta es el texto. recordando a aragón podemos decir que "el teatro es la máquina de la libertad". pero es preciso que alguien aprenda a servirse de esta máquina y esto es imposible sin el público.
el teatro tiene una función antropológica en el sentido práctico, en el sentido que nos lleva a comprobar dónde anida la culpa en este animal que es el hombre. la que le hizo perder el rumbo. esta es su función más importante. pero esta culpa no se puede hallar si uno se refugia detrás de la ideología o la religión, que son las responsables de que toda antropología se convierta en algo imposible.
- didier méreuze: después de lo que dijo de su éxito en occidente, ¿cómo explica el hecho de que está siempre presente para asistir a los estrenos de sus obras?
- heiner müller: os textos contienen muchas más cosas de las que yo quise poner en ellos. según se monten, desvelan otras verdades, desprenden cualidades subversivas que pueden sobrevivir al éxito... o al fracaso

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