lunes, 14 de marzo de 2011

bertolt brecht (1898 - 1956) // poemas.2

a los hombres futuros

vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. también la ira contra la injusticia pone ronca la voz. desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.


satisfacciones

la primera mirada por la ventana al despertarse, el viejo libro vuelto a encontrar, rostros entusiasmados, nieve, el cambio de las estaciones, el periódico, el perro, la dialéctica, ducharse, nadar, música antigua, zapatos cómodos, comprender, música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar, ser amable.


epitafio

escapé de los tigres
alimenté a las chinches
comido vivo fui
por las mediocridades.


canción de la rueda hidráulica

1

los poemas épicos nos dan noticia
de los grandes de este mundo:
suben como astros,
como astros caen.
resulta consolador y conviene saberlo.
pero para nosotros, los que tenemos que alimentarlos,
siempre ha sido, ay, más o menos igual.
suben y bajan, pero ¿a costa de quién?

sigue la rueda girando.
lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.

mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.

2

tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos.
y a todos alimentamos

mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores, sino no tener ninguno.

sigue la rueda girando.
lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.
mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.

3

se embisten brutalmente,
pelean por el botín.
los demás, para ellos, son tipos avariciosos
y a sí mismos se consideran buena gente.
sin cesar los vemos enfurecerse
y combatirse entre sí. tan sólo
cuando ya no queremos seguir alimentándolos
se ponen de pronto de acuerdo.

ya no sigue la rueda girando,
y se acaba la farsa divertida
cuando el agua, por fin, libre su fuerza,
se entrega a trabajar para ella sola.


preguntas

¡escríbeme qué llevas puesto! ¿es cálido?
¡escríbeme en qué duermes! ¿es también blando?
¡escríbeme qué aspecto tienes! ¿sigue siendo el mismo?
¡escríbeme qué echas de menos! ¿mi brazo?
¡escríbeme cómo te va! ¿te respetan?
¡escríbeme qué andan haciendo! ¿tienes bastante valor?
¡escríbeme qué haces tú! ¿sigue siendo bueno?
¡escríbeme en qué piensas! ¿en mí?
¡la verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡y espero con ansiedad la respuesta!
cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
si pasas hambre, no puedo darte de comer.
así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado


balada del guardabosques y la condesa

en tierras de suecia vivía una condesa
que era tan pálida y tan bella.
«¡señor guarda, señor guarda, mi liga se soltó,
se soltó, se soltó!
¡guarda, arrodíllate, pronto, y átamela!»

«señora condesa, señora condesa, no me miréis así,
yo os sirvo por mi pan.
¡vuestros pechos son blancos pero el hacha es fría,
es fría, es fría!
dulce es el amor, pero amarga la muerte.»

el guarda escapó aquella misma noche.
cabalgó monte abajo hasta que llegó al mar.
«¡señor barquero, señor barquero, acógeme en tu barca,
en tu barca, en tu barca!
barquero, tengo que ir hasta el fin del mar.»
entre el gallo y la zorra brotó el amor.
«oh, dorado, ¿me amas de verdad?»
y fina fue la noche, pero el alba llegó,
llegó, llegó:
todas sus plumas cuelgan del zarzal.

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